El Valle del Cauca no solo se vive en la fe y la tradición durante Semana Santa, también se saborea. Mientras miles de peregrinos visitan lugares sagrados como la Basílica del Señor de los Milagros en Buga, otros viajeros recorren el departamento con cuchara en mano, descubriendo una de las ofertas gastronómicas más ricas y diversas de Colombia.
Desde los sabores del Pacífico en Buenaventura hasta el café de especialidad de Sevilla, pasando por los amasijos típicos de Cali y los tradicionales sancochos del centro del Valle, esta región invita a vivir una experiencia única donde la espiritualidad y la cocina se entrelazan.
De acuerdo con cifras del Sistema de Información Turística del Valle del Cauca (SITUR), operado por Cotelco, se estima que en esta Semana Santa el departamento reciba más de 597.000 visitantes, con una ocupación hotelera cercana al 42 % y un impacto económico de alrededor de 56 millones de dólares.
“La cocina del Valle es completamente deliciosa e ingeniosamente recursiva. Gracias a su identidad pluricultural y multiétnica, esta región logra combinar los sabores ancestrales del Pacífico con lo tradicional del centro y el norte, ofreciendo la gastronomía más diversa del país”, afirmó Julián Franco Restrepo, secretario de Turismo del Valle del Cauca.
Estas son cinco paradas obligadas para saborear el departamento:
1. Buenaventura: la joya del Pacífico afrocolombiano
Con platos como el encocado de camarón, la piangua en coco y el arroz con toyo, Buenaventura ofrece una experiencia culinaria llena de historia y tradición. Las bebidas como el viche y el arrechón, ahora Patrimonio Cultural Inmaterial de la Nación, completan el viaje de sabores.
2. Cali: entre la tradición y la alta cocina
La capital vallecaucana deleita con amasijos como el pandebono (reconocido como el mejor pan del mundo por Taste Atlas), marranitas y aborrajados. Además, restaurantes de alta cocina como Domingo, El Ringlete y Platillos Voladores fusionan lo ancestral con lo contemporáneo.
3. Ginebra, Guacarí y Buga: el sabor del corazón del Valle
El sancocho de gallina en Ginebra, el fiambre campesino en Guacarí y la icónica chuleta en Buga hacen de esta zona un corredor gastronómico imprescindible. Aquí, la tradición se cocina a fuego lento y se sirve con amor campesino.
4. Sevilla: entre café y canastao
Este Pueblo Mágico al norte del departamento es la capital cafetera del Valle. Además de sus cafés de especialidad, Sevilla deleita con el «canastao», un plato que mezcla carnes, plátano y yuca, servido en hoja de bijao. Un festín en la cuna del paisaje cultural cafetero.
5. Rozo: el campo vallecaucano al paladar
A pocos minutos de Cali, Rozo ofrece delicias como el “pollo en su jugo” y fritos típicos. La Casa de Doña Hilda Cuero es uno de los sitios más reconocidos para disfrutar de esta comida con sabor casero y ambiente campestre.
