Durante una reciente reunión del partido Centro Democrático, un grupo de fanáticos comenzó a gritar «¡Fuera Petro!», en referencia al actual presidente de Colombia. La situación, que inició en un tono de broma, tomó por sorpresa a los asistentes y provocó risas nerviosas en el auditorio.
El expresidente Álvaro Uribe, presente en el evento, reaccionó rápidamente al griterío. Con un tono jocoso, advirtió a los seguidores que evitaran continuar con el cántico, afirmando que «después me acusan de golpe de estado». Su comentario desató risas, pero también reflejó la tensión política que se vive en el país en medio de un clima polarizado.
El evento, que buscaba fortalecer el apoyo al partido y discutir estrategias para el futuro político, se vio marcado por este episodio inesperado. Los líderes del Centro Democrático continúan enfrentando el desafío de mantener la unidad del partido mientras se critican las políticas del actual gobierno.
Este tipo de incidentes pone de manifiesto la polarización que persiste en la política colombiana, donde las pasiones y opiniones enfrentadas suelen llevar a situaciones tensas y momentos de humor involuntario.
