La justicia colombiana acaba de dar un giro trascendental: el expresidente y exsenador Álvaro Uribe Vélez fue condenado a 12 años de prisión domiciliaria, en un fallo que sacude el panorama político y judicial del país.
La decisión fue anunciada este 1 de agosto por la juez 44 penal del circuito de Bogotá con función de conocimiento, Sandra Liliana Heredia Aranda, quien también impuso una multa de 2.420 salarios mínimos al exmandatario.
Uribe fue hallado culpable de los delitos de fraude procesal y soborno en actuación penal, tras ser considerado como el determinador de una estrategia ilegal que buscaba manipular testigos para favorecer su posición frente al senador Iván Cepeda, su histórico contradictor político.
La juez concluyó que el exmandatario promovió y facilitó ofrecimientos de ayudas jurídicas y pagos a testigos falsos, con el propósito de que declararan en contra de Cepeda, en medio de una larga disputa judicial que se remonta a más de una década.
El fallo es de primera instancia, lo que significa que la defensa del exmandatario podrá apelar, pero ya marca un hito: es la primera vez que un expresidente colombiano es condenado penalmente en vida.
El país, dividido entre la sorpresa, el respaldo y el rechazo, vuelve a centrar su atención en el caso Uribe, que promete seguir generando fuertes repercusiones políticas y sociales en las próximas semanas.




