Con más del 200% de ocupación, las urgencias del Hospital Federico Lleras Acosta entraron oficialmente en colapso. Así lo confirmó el gerente encargado, Diego Fernando Padilla Mendieta, quien activó de inmediato un plan de contingencia para intentar controlar la dramática situación.
“El hospital de todos” está desbordado, tanto en su unidad de urgencias para adultos como en la pediátrica. La gerencia pidió a gritos a los ciudadanos que no lleguen al hospital con patologías menores. La advertencia es clara: acudan primero a su EPS o a centros de primer y segundo nivel.
“Estamos priorizando casos críticos. No tenemos capacidad para pacientes leves”, advirtió Padilla, insistiendo en el uso del sistema de triage para garantizar una atención adecuada. El Federico Lleras, recordemos, es un hospital de alta complejidad —niveles III y IV— y no está diseñado para patologías comunes.
Mientras tanto, la sala de espera sigue llena, las camillas se agotan y el personal médico enfrenta largas jornadas de estrés. El hospital sigue recibiendo pacientes del Tolima entero, pero ya no tiene cómo responder al ritmo de llegada.
La gerencia agradeció la comprensión de la comunidad, pero no ocultó la gravedad del momento. Si no se reduce la presión sobre las urgencias, el servicio podría llegar a una crisis aún peor.