La administración de Donald Trump ha congelado al menos US$5.800 millones en fondos federales destinados a las universidades más prestigiosas de Estados Unidos. Las sanciones alcanzan a 60 instituciones que, según el expresidente, habrían fallado en proteger a estudiantes judíos durante las protestas pro-palestinas de 2024 y estarían promoviendo “ideologías progresistas extremas”. Universidades de EE.UU. en crisis: fondos congelados y amenazas.
Harvard, que posee el fondo patrimonial universitario más grande del país (US$53.000 millones), se negó a cumplir las exigencias de la Casa Blanca, lo que desencadenó la congelación de US$2.200 millones en subvenciones. En paralelo, el IRS estudia retirar su exención fiscal, lo que podría agravar aún más su situación financiera.
Columbia, Princeton, Brown, MIT, Pensilvania, John Hopkins, Stanford y Cornell también figuran entre las instituciones afectadas. Algunas han accedido parcialmente a las condiciones impuestas por Trump, mientras otras —como Harvard— han adoptado una postura firme de defensa a la autonomía universitaria.
Polémica política y vigilancia ideológica en el corazón del conflicto
El detonante del conflicto fue una carta del Grupo de Trabajo Federal para Combatir el Antisemitismo, creado por orden ejecutiva de Trump. La misiva exigía a las universidades medidas como:
- Suspender programas de diversidad, equidad e inclusión (DEI)
- Reformar sus políticas de admisión con base en mérito
- Supervisar ideológicamente a estudiantes y profesores extranjeros
- Prohibir el uso de mascarillas en manifestaciones

Harvard, al hacer pública la carta, intensificó la disputa. La administración de Trump duplicó la presión con nuevas amenazas de congelamiento por US$1.000 millones adicionales, especialmente en fondos destinados a investigación sanitaria.
El presidente de Harvard, Alan Garber, afirmó que “ningún gobierno debería dictar qué puede enseñar una universidad privada” y sostuvo que las exigencias representan una interferencia inconstitucional.
El plan de Trump: más recortes, impuestos y vigilancia federal; Universidades de EE.UU. en crisis: fondos congelados y amenazas
Trump y el ala más conservadora del Partido Republicano acusan a las universidades de “fomentar ideas progresistas y censurar el pensamiento conservador”. Por eso, impulsan en el Congreso un proyecto para elevar el impuesto a los fondos patrimoniales universitarios del 1,4% al 21%.
El gobierno también evalúa restringir la matrícula de estudiantes internacionales en universidades que no acaten sus exigencias y reforzar auditorías sobre el destino de los fondos federales otorgados.
La gobernadora de Massachusetts, Maura Healey, egresada de Harvard, calificó las medidas como una “campaña de presión política sin precedentes” y defendió la autonomía educativa.
