
Sargento Raúl Becerra, Luis Buitrago, Anderson Sánchez, capturados.
El pasado 1 de noviembre de 2024, se llevaron a cabo varias capturas de miembros del Ejército Nacional, tanto activos como retirados, bajo órdenes de captura vigentes por su presunta vinculación a un grupo de delincuencia organizada. Este grupo estaría involucrado en el tráfico de armas de uso privativo de las Fuerzas Militares en diversas regiones del país. Las autoridades ejecutaron estas capturas en diferentes lugares, como el Batallón de Artillería y la Oficina de Control de Armas en Bogotá, el Fuerte Militar de Tolemaida en Nilo, Cundinamarca, así como en los municipios de Firavitoba, Boyacá, y Florencia, Caquetá, y el Batallón Cacique Tirrome en Montería, Córdoba.
Entre los detenidos se encuentra el sargento activo Raúl Leonardo Becerra Sánchez, señalado por su presunta participación en el robo y comercialización de partes de armas y municiones. Becerra habría actuado cuando estuvo al mando de la Unidad de Mantenimiento Militar Número 4, adscrita al Batallón de Mantenimiento en Apoyo Directo Número 2 del Fuerte Militar de Tolemaida. También fue capturado otro sargento, Luis Carlos Buitrago Fierro, quien compartía responsabilidades en esa misma unidad, lo que sugiere una posible red organizada al interior de las Fuerzas Militares.
Además de estos sargentos, fueron arrestados dos soldados profesionales: Wilson García Betancourt y Breshnet Peña Sierra, quienes, según las autoridades, estarían vinculados a las actividades ilícitas del grupo. Las investigaciones apuntan a que los detenidos habrían facilitado el desvío de armas y municiones de uso exclusivo del Ejército hacia mercados ilícitos, con graves implicaciones para la seguridad nacional. Las capturas fueron producto de un trabajo conjunto entre la Fiscalía General de la Nación y el Ejército Nacional, quienes en los últimos meses han intensificado los esfuerzos para desmantelar redes de corrupción y delincuencia que operan desde dentro de las instituciones militares.



