La situación humanitaria en Gaza continúa deteriorándose a pesar de la tregua declarada el 11 de octubre de 2025. UNICEF denunció que, incluso durante el alto el fuego, la violencia contra los niños palestinos no ha cesado: al menos 67 menores han sido asesinados y decenas más resultaron heridos, lo que evidencia que las fuerzas israelíes siguen ejecutando ataques en distintas áreas del enclave. La agencia internacional también alertó que, desde el inicio de la tregua, Gaza registra en promedio la muerte de dos niños por día, un indicador que desmonta la idea de una pausa efectiva en las hostilidades.
Además de los ataques, UNICEF advirtió sobre fuertes restricciones impuestas por Israel a la entrada de insumos esenciales, entre ellos jeringas de vacunación, biberones y otros suministros básicos para bebés y niños pequeños. Esta limitación afecta gravemente la capacidad de atención médica y humanitaria, especialmente en un territorio donde la infraestructura de salud está destruida y miles de familias dependen por completo de la ayuda internacional. Para la agencia, un alto el fuego sin garantías de seguridad ni corredores humanitarios funcionales resulta insuficiente y deja desprotegida a la infancia.
La crisis se agravó con nuevos ataques reportados al norte y centro de Gaza. Un corresponsal de Al Mayadeen informó que cuatro niños resultaron heridos en Al Salatin, Beit Lahia, tras el lanzamiento de una bomba por un dron israelí. También se registraron ataques de artillería en Jabalia y la demolición de viviendas en el campamento de Al Breij. Un civil fue trasladado al hospital Bautista luego de recibir disparos desde un dron en Al Shujaiya. Bombardeos y operaciones militares continuaron en el este de Gaza y la ciudad de Khan Younis.
Según el Ministerio de Salud, desde el inicio de la tregua las fuerzas israelíes han dejado 312 muertos, 760 heridos y 572 cuerpos recuperados de entre los escombros, cifras que demuestran una violación sistemática del acuerdo respaldado por mediadores internacionales.
Organismos internacionales, incluida la ONU, denunciaron que estos ataques contradicen los compromisos asumidos por Israel en el alto el fuego y ponen en riesgo extremo a la población civil, especialmente a los niños. La continuidad de los bombardeos, las restricciones humanitarias y la falta de un corredor de ayuda seguro refuerzan las alertas sobre una crisis aún más severa.
En términos generales, el contexto humanitario sigue siendo catastrófico: más de 69.000 palestinos han sido asesinados desde el inicio del genocidio, la mayoría mujeres y menores. Las agencias humanitarias insisten en que sin un cese real de hostilidades y sin acceso pleno de ayuda, la infancia en Gaza enfrentará un futuro marcado por la hambruna, el trauma y la ausencia de condiciones mínimas de vida.




