Colombia Sub-20 volvió a tropezar con la misma piedra: Argentina. En una semifinal intensa y trabada del Mundial Sub-20, el equipo dirigido por César Torres cayó 1-0 ante la albiceleste, en lo que fue otro capítulo doloroso en la historia reciente del fútbol juvenil colombiano. Una vez más, Argentina le pintó la cara a Colombia en un duelo directo por la gloria.
El único gol del partido llegó al minuto 72, por obra de Mateo Silvetti, en una jugada que desnudó la desconcentración defensiva de los colombianos. A pesar de haber tenido más posesión (54%) y una mayor cantidad de pases completados (331), la Tricolor no encontró claridad ni contundencia en los últimos metros. Los números no mienten: de 13 remates, solo 4 fueron al arco.
César Torres apostó por un juego de control y circulación, pero su equipo fue superado en intensidad y lectura de partido por un rival que no necesita dominar el balón para golpear en el momento justo. A lo largo de los 90 minutos, Colombia mostró voluntad, pero no ideas. La ausencia de variantes ofensivas fue evidente, y la reacción tras el gol argentino fue más emocional que táctica.
El partido también estuvo marcado por la expulsión de Jhon Alexander Rentería Arias al minuto 79, una acción que terminó por enterrar las aspiraciones cafeteras. Con un hombre menos, Colombia intentó con pelotazos y desorden, sin lograr inquietar realmente al arco rival. En ese momento, el equipo necesitaba de un líder en la cancha, alguien que impusiera jerarquía y coraje. Ese alguien era Neicer Villarreal, pero llegó tarde.
Villarreal, quien había sido figura en partidos anteriores, no logró imponer su juego en esta semifinal. Entró cuando el partido ya se le había ido de las manos a Colombia, y aunque intentó desequilibrar con su velocidad, nunca encontró el socio adecuado ni el espacio para marcar diferencia. Se necesitó su liderazgo antes, pero el planteamiento no le dio protagonismo.
Colombia también fue superada en detalles: cometió 20 faltas, recibió una tarjeta roja y no supo sacar provecho de los 4 tiros de esquina que tuvo. La precisión en los pases (79%) no se tradujo en profundidad, y la sensación fue la de un equipo que jugó mejor en los papeles que en la cancha.
La eliminación duele, no solo por el resultado, sino porque se repite la historia. Argentina volvió a imponerse en un partido clave, mostrando una vez más su jerarquía histórica frente a un equipo colombiano que sigue buscando su madurez internacional. César Torres tendrá que replantear el futuro de este grupo, que mostró talento, pero no estuvo a la altura del reto cuando más se necesitaba.




