Un viaje que terminó en tragedia
Una lamentable tragedia conmueve a la comunidad de Tobia, en el municipio de Nimaima, Cundinamarca. Las autoridades confirmaron el hallazgo del cuerpo sin vida de María Paula Martínez, una joven auxiliar de vuelo vinculada a una aerolínea nacional. La mujer había sido reportada como desaparecida junto a su amigo, el deportista Mauricio Pineda, con quien había viajado desde Bogotá para practicar ciclismo de montaña.
La ruta del accidente
Ambos llegaron a la zona el lunes 27 de mayo en un vehículo Chevrolet Aveo de placas BYG 621. Transportaban sus bicicletas y emprendieron un recorrido por el antiguo corredor férreo que conecta Tobia con Útica. Aunque muchos ciclistas usan este sendero, presenta condiciones precarias debido a la falta de mantenimiento por parte del INVIAS. A pesar de algunos trabajos de limpieza y demarcación realizados por la Alcaldía de Quebradanegra, el terreno sigue siendo riesgoso.
La búsqueda inmediata
Después de perder contacto con ellos, sus familiares alertaron a las autoridades. En consecuencia, se activaron operativos de búsqueda en la zona, con la participación de los Bomberos de Quebradanegra y Útica, unidades de Ponalsar, Policía local, Defensa Civil y miembros de la comunidad.
Pocas horas después, los rescatistas encontraron el cuerpo de María Paula entre las rocas del río Negro. También hallaron una bicicleta azul y un casco, que pertenecerían a Mauricio Pineda. Según el reporte oficial, la corriente arrastró la bicicleta de María Paula, aunque ella aún llevaba puesto su casco.
Continúa la búsqueda de Mauricio
A pesar del hallazgo, Mauricio Pineda sigue desaparecido. La búsqueda continuará este jueves 29 de mayo con el apoyo de cinco unidades de Ponalsar desplazadas desde la base de Sopó. Además, se utilizarán dos camionetas y un dron para ampliar el radio de rastreo, extendiéndose incluso hasta zonas rurales del municipio vecino de Útica.
Llamado a la comunidad
Finalmente, el alcalde de Quebradanegra, Wilfan Medina, hizo un llamado urgente a las comunidades ribereñas de Guaduero, El Dindal y Puerto Salgar. Solicitó su colaboración para reportar cualquier rastro que facilite la ubicación del joven. Esta tragedia, sin duda, deja una profunda huella en la región y obliga a reflexionar sobre la urgente necesidad de mejorar la seguridad en los corredores turísticos de Cundinamarca.
