¡Una Montaña de dificultades!

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François Bayrou, durante la ceremonia de toma de posesión del cargo en el Hotel Matinon de París.
Imagen: BERTRAND GUAY/REUTERS

El recién nombrado primer ministro francés se encuentra frente a «un Himalaya» de desafíos con «más posibilidades de fracaso que de triunfo». En su discurso inicial afirmó que disminuir la deuda de Francia es una prioridad y una «responsabilidad ética».

Este viernes (13.12.2024), durante su toma de mando, François Bayrou, el recién nombrado primer ministro de Francia, afirmó tener conciencia de «la montagne de obstáculos» que le espera, «un Himalaya» que le brinda «más posibilidades de fracaso que de triunfo».

«Sin embargo, ante esto, estoy seguro de que hay una ruta inédita, caracterizada por la intención de reconciliación», afirmó el experimentado político centrista, quien destacó la batalla contra el déficit público como su principal prioridad en un periodo de «máxima severidad».

Bayrou, a sus 73 años y hoy nombrado para la posición, rememoró que la disminución de la deuda estatal fue el asunto principal de las tres campañas presidenciales que dirigió y transmitió un mensaje a sus predecesores por haber ignorado ese asunto «por décadas».

«El déficit y la deuda son asuntos que generan interrogantes éticas», sostuvo Bayrou. Sin embargo, mostró indulgencia hacia el presidente Emmanuel Macron, con quien sostiene una alianza desde 2017, del cual afirmó que tuvo que enfrentar «una acumulación de problemas».

«Es nuestro deber, en un momento crucial para el país, Europa y el porvenir del planeta, enfrentar con lucidez la situación heredada durante décadas», indicó el recién nombrado líder del Gobierno, quien percibió como «un dilema moral» dejarla como herencia a sus descendientes.

El destacado líder centrista, que anteriormente ocupó el cargo de ministro con Macron hasta 2017, subrayó la importancia de luchar contra la brecha entre la clase política y la población y se comprometió a atender las dificultades «de los ciudadanos comunes, que laboran diariamente», haciendo hincapié especial «al entorno rural» del que proviene. «Nuestro deber es esforzarse con obsesión en beneficio de aquellos que carecen de oportunidades», señaló.

Le dio el relevo su predecesor, el conservador Michel Barnier, solicitándole que no olvide los éxitos alcanzados por su Gobierno y defendió su herencia: «Hemos reiniciado el país después de tres meses de parálisis».

Bayrou se comprometió a cumplir con la promesa de Macron de 2017 de romper el aislamiento social por razones de nacimiento o creencia religiosa. El recién nombrado primer ministro afirmó que se inspirará en su admirado Enrique IV, el monarca que en el siglo XVI adoptó el catolicismo para terminar décadas de conflictos religiosos que atormentaban a Francia.

«Comprendió que era necesario abandonar guerras inútiles para enfocarse en el porvenir del país.» «Si puedo, trataré de servir a ese ideal, el de la reconciliación, que es la única vía hacia el triunfo», finalizó.


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