Lo que comenzó como un patrón sospechoso en varias localidades terminó por destapar una compleja red delictiva. Clavos, tornillos y piezas metálicas eran lanzados a las vías para provocar pinchazos. En segundos, aparecía un supuesto “buen samaritano” que guiaba al conductor a un taller cercano. Allí, la víctima enfrentaba cobros excesivos por servicios innecesarios o inflados. Una estafa sobre ruedas: así funcionaba la red de pinchallantas en Bogotá.
Detrás de este esquema había una articulación entre delincuentes callejeros y montallantas. Los talleres, lejos de ser simples centros de reparación, eran piezas clave de una cadena que comenzaba en la vía y terminaba con facturas de hasta $1.200.000 pesos por un daño provocado intencionalmente.
Golpe a los delincuentes: 18 talleres fueron sellados tras operativo conjunto
En lo corrido de 2025, la Secretaría de Seguridad, la Policía Metropolitana y las alcaldías locales sellaron 18 montallantas implicados en este modelo de estafa. Las denuncias ciudadanas fueron fundamentales para identificar los puntos críticos.

“Estamos haciendo un seguimiento minucioso. No permitiremos más estafas. Están advertidos: serán capturados”, aseguró el secretario de Seguridad, César Restrepo.
Los talleres no solo infringían normas comerciales, sino que también podrían enfrentar cargos penales por daño en bien ajeno y concierto para delinquir. Esta ofensiva busca no solo sancionar, sino desmantelar por completo la estructura delictiva detrás de los pinchallantas.
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¿Qué puede hacer un ciudadano si sospecha una estafa? Una estafa sobre ruedas: así funcionaba la red de pinchallantas en Bogotá
Las autoridades recomiendan mantener la calma y comunicarse de inmediato con la Línea 123. No se debe aceptar ayuda de desconocidos ni acudir a talleres sugeridos por extraños.
Antes de recibir un servicio, es obligatorio verificar que el establecimiento tenga una lista de precios visible, como lo exige la normatividad vigente.
Además, los ciudadanos pueden reportar estos talleres a través de las redes oficiales de la Secretaría de Seguridad. La colaboración ciudadana ha sido vital para cerrar estos puntos ilegales y continuar los operativos.
La lucha contra los ‘pinchallantas’ está lejos de terminar, pero los resultados son contundentes. Bogotá avanza hacia una movilidad más segura, con acciones que desarticulan esquemas criminales que lucraban con la vulnerabilidad de los conductores. Denunciar es proteger a toda la ciudad.




