La Alianza Verde en el Huila atraviesa una nueva tormenta interna que deja al descubierto las fracturas políticas del partido en el departamento. Mientras el reloj electoral avanza y se afinan los nombres para la lista a la Cámara de Representantes, el pulso entre William Alvis y Yamid Sanabria se ha convertido en el centro de la disputa.
El partido, que en los últimos años ha intentado consolidar una presencia sólida en el Huila, enfrenta nuevamente divisiones que amenazan con debilitar su base. En la baraja figuran la exalcaldesa de Palermo Natalia Caviedes, la abogada Diana Monje y el exfuncionario Camilo Durán Cortés. Sin embargo, el cuarto renglón, tradicionalmente clave para garantizar equilibrio interno, desató el conflicto.
El abogado William Alvis, quien ha sido cercano al diputado Rodrigo Lara Sánchez, representa el sector más institucional del partido. Por su parte, Yamid Sanabria, exconcejal de Neiva, cuenta con el respaldo del exdirector del Icetex Mauricio Toro, figura influyente dentro del Verde a nivel nacional.
Tensiones y respaldos
Fuentes internas aseguran que las reuniones del comité departamental han estado marcadas por tensiones. Ambos aspirantes reclaman legitimidad en su trayectoria: Alvis defiende su trabajo político en los territorios y su cercanía con los líderes de base; Sanabria, en cambio, se presenta como la renovación que el partido necesita para reconectar con los jóvenes y el electorado urbano.
“Queremos una lista coherente y unificada, no una pelea de egos”, señaló un militante que pidió reserva de su nombre, advirtiendo que la división podría costarle al partido su aspiración de alcanzar curul.
Decisión
Ante la falta de consenso, la Dirección Nacional de la Alianza Verde tendrá la última palabra. Será este órgano el encargado de definir quién ocupará el disputado cuarto renglón, en medio de una coyuntura donde el partido busca reposicionarse tras perder fuerza en las pasadas elecciones regionales.
Analistas locales sostienen que el pulso entre Alvis y Sanabria refleja un problema más profundo: la falta de cohesión dentro del Verde huilense y la pugna entre el control de los viejos liderazgos y el surgimiento de nuevas figuras.
Mientras tanto, la militancia observa con preocupación cómo la discusión interna se roba el protagonismo frente al verdadero reto: conquistar el voto ciudadano en un escenario cada vez más fragmentado y competitivo.
En el tablero verde del Huila, cada jugada cuenta, y esta disputa definirá no solo un nombre en una lista, sino el rumbo político de un partido que parece debatirse entre el pasado y la renovación.




