UNA BATALLA POR LA ALCALDÍA

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Aunque la contienda electoral está aún a dos años, ya se vislumbra una disputa interna en el conservatismo laboyano

La política en el Valle de Laboyos se anticipa a los tiempos. A dos años de la próxima contienda electoral por la Alcaldía de Pitalito, el panorama ya comienza a calentarse. Los primeros movimientos han salido desde el interior del Partido Conservador, donde dos figuras se perfilan como posibles aspirantes: el concejal y excandidato Franky Vega y la exdiputada y excandidata a la Gobernación, Sandra Hernández.

Ambos hacen parte del mismo equipo político, pero eso no ha sido obstáculo para que los rumores y movimientos de poder empiecen a marcar una fractura. Franky Vega, actual concejal, ha ganado protagonismo en el escenario local al liderar fuertes cuestionamientos sobre temas administrativos, en especial, el reciente proceso de designación del personero encargado, en el que, según él, hubo vicios de procedimiento. Su capacidad argumentativa y su conocimiento de la ley han sido calificados por algunos como una verdadera “cátedra” para varios funcionarios, que hoy se encuentran bajo la lupa pública.

Desde su curul, Vega ha impulsado debates intensos sobre la transparencia en la contratación y el manejo de recursos públicos, ganándose tanto aplausos como detractores. Su cercanía con sectores jóvenes y su constante presencia en redes sociales lo posicionan como una figura incómoda pero influyente dentro del gobierno actual, incluso para aquellos que hasta hace poco eran sus aliados.

Por otro lado, Sandra Hernández no ha perdido vigencia política tras su intento por llegar a la Gobernación del Huila. Aunque fue derrotada en las urnas, su capital político sigue intacto en varios municipios del sur del departamento, especialmente en Pitalito, donde cuenta con el respaldo clave del exalcalde Edgar Muñoz. Hernández ha retomado el contacto con las comunidades, recorriendo veredas y barrios, hablando de desarrollo, inversión social y “recuperar el rumbo de la ciudad”. En los corrillos políticos ya se habla de su interés por dar el salto a la Alcaldía.

Lo que genera polémica es que ambos actores comparten una raíz política común, pero sus aspiraciones personales podrían derivar en una división que debilite al conservatismo laboyano. Las tensiones ya son evidentes: algunos sectores del partido consideran que Franky debería esperar un nuevo periodo en el Concejo antes de aspirar, mientras otros creen que Sandra representa el continuismo de una clase política desgastada.

Mientras tanto, la ciudadanía observa expectante. La pregunta que muchos se hacen es si esta anticipada carrera electoral dividirá al partido o si alguno de los dos declinará a tiempo para evitar una ruptura. Por ahora, el pulso apenas comienza, pero la batalla por el poder en Pitalito ya se libra en voz alta.


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