En las últimas horas, la ciudad de Cali fue testigo de un nuevo hecho que enluta a una familia trabajadora y humilde. El señor Ricardo Sonche, conocido por ganarse la vida vendiendo Bonice en las calles del sur de la ciudad, fue embestido por una motocicleta en circunstancias que aún están siendo investigadas por las autoridades.
El impacto fue tan fuerte que Sonche sufrió heridas graves que comprometerían su vida. Aunque fue atendido por personal médico que acudió al lugar, lamentablemente no logró sobrevivir.
Ricardo era reconocido entre vecinos y comerciantes por su trato amable, su esfuerzo diario y la manera digna en la que sostenía a su familia. Su muerte ha causado consternación entre quienes lo conocieron, pues representaba el rostro de tantos trabajadores informales que luchan a diario por el sustento.
Solidaridad
Actualmente, el cuerpo del señor Sonche se encuentra en la morgue de Cali, mientras se realiza el proceso legal correspondiente y se espera la llegada de sus familiares para que puedan darle una cristiana sepultura.
Las autoridades hacen un llamado a los familiares directos para que se acerquen a las instalaciones forenses, donde se adelanta el protocolo necesario para su entrega. La Secretaría de Movilidad también ha iniciado una revisión del caso con el fin de esclarecer las responsabilidades en este lamentable hecho.
Diversos sectores comunitarios han comenzado a movilizarse para rendirle un homenaje simbólico y ayudar a su familia en medio del duelo. La pérdida de Ricardo no solo deja un vacío afectivo, sino también económico para los suyos.
Desde nuestras plataformas digitales nos solidarizamos con sus seres queridos y les enviamos un mensaje de aliento y fortaleza en este impase de la vida. Sabemos que no hay palabras que alivien el dolor de perder a un ser amado de forma repentina, pero sí existe el apoyo colectivo que busca honrar su memoria.
Dolor
Los vendedores ambulantes, quienes compartieron con Ricardo las calles y esquinas, han alzado su voz para exigir mejores condiciones y mayor protección en el espacio público, así como un llamado a la conciencia de los conductores, cuyo descuido puede terminar en tragedias como esta. El suceso ha vuelto a poner sobre la mesa la vulnerabilidad de quienes trabajan en la informalidad, expuestos al peligro constante del tráfico y muchas veces sin garantías de salud ni seguridad.
Vecinos de la zona han manifestado su dolor ante la pérdida de alguien que, más que un vendedor, era considerado parte de la comunidad. Muchos recuerdan su sonrisa, su puntualidad y su disposición a ofrecer una palabra amable incluso en los días más calurosos.
Mientras se define la entrega del cuerpo a sus familiares, distintas voces piden que la muerte de Ricardo Sonche no quede solo en una cifra más del tránsito, sino que motive acciones reales para prevenir futuras tragedias.




