El joven influencer Ahmed al Samalusi, con más de cuatro millones de seguidores en TikTok, fue arrestado en Egipto luego de que se difundiera un video en el que recitaba versículos del Corán dentro del Gran Museo Egipcio (GEM), frente a estatuas faraónicas. El hecho generó gran controversia, ya que el museo es considerado un espacio sagrado para la preservación del patrimonio cultural y arqueológico del país.
En la grabación, que él mismo publicó antes de eliminarla, Al Samalusi aparece vestido con un suéter negro y jeans, recitando pasajes del capítulo Ghafir del Corán en la zona de la Gran Escalinata del museo. En el video se le observa acompañado de varios visitantes que registraban la escena con sus teléfonos, lo que contribuyó a su rápida difusión en redes sociales.
Los versículos recitados hacen referencia a la historia del faraón y el profeta Moisés, destacando la frase: “Dios lo protegió de las maldades que tramaron contra él, mientras que el faraón y sus seguidores fueron azotados por un castigo terrible”. Este contenido, interpretado por algunos como una crítica implícita al simbolismo faraónico, habría intensificado la polémica por su contexto religioso dentro de un recinto cultural.
Tras la viralización del video, las fuerzas de seguridad egipcias iniciaron una investigación para identificar al autor y precisar el momento del incidente. Una vez confirmado que se trataba de Al Samalusi, las autoridades procedieron a su detención, según informaron fuentes oficiales.
El influencer, ampliamente conocido por grabar y publicar recitaciones del Corán en lugares públicos y abiertos, especialmente en Egipto, ya había ganado notoriedad por su estilo de combinar contenido religioso con espacios cotidianos. Sin embargo, su incursión en un museo de tal importancia histórica despertó cuestionamientos sobre los límites entre la libertad religiosa y el respeto al patrimonio cultural.
Actualmente, las autoridades están llevando a cabo una investigación exhaustiva para esclarecer los motivos que llevaron al joven a grabar dentro del GEM. Hasta el momento, no se han especificado los cargos formales en su contra, pero el caso ha generado un intenso debate en redes sociales sobre la apropiación de espacios públicos para fines religiosos y el respeto a las normas institucionales de los sitios patrimoniales.




