Un Tesoro Arquitectónico y Cultural en Zipaquirá

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La Catedral de la Sal, ubicada en Zipaquirá, Cundinamarca, Colombia, es uno de los principales atractivos turísticos del país y una de las maravillas arquitectónicas de la modernidad. Este impresionante santuario subterráneo fue construido dentro de las minas de sal, convirtiéndolo en un lugar único que fusiona arte, arquitectura, religiosidad y patrimonio cultural.

La creación de la nueva Catedral de Sal fue obra del arquitecto bogotano Roswell Garavito Pearl, cuyo diseño resultó ganador en un concurso convocado por la Sociedad Colombiana de Arquitectos en 1990, entre 44 propuestas. El ingeniero Jorge Enrique Castelblanco Reyes se encargó de la dirección técnica de la obra. Su construcción, que comenzó en 1995, ha dejado una huella indeleble en la arquitectura colombiana, al ser considerada una joya arquitectónica por su complejidad técnica y belleza estética.

En el interior, los visitantes pueden admirar una impresionante colección artística que incluye esculturas de sal y mármol, las cuales se integran en un ambiente que transmite un profundo sentido religioso. Esto convierte a la Catedral en un destino popular para turistas de todo el mundo.

En 2007, la Catedral de la Sal obtuvo el reconocimiento como una de las Siete Maravillas de Colombia, logrando la mayor votación en el concurso que buscaba destacar los más importantes tesoros nacionales. También fue propuesta para formar parte de las Nuevas Siete Maravillas del Mundo Moderno, lo que resalta su importancia a nivel global.

El complejo cultural conocido como el «Parque de la Sal» alberga la catedral y ofrece una experiencia integral, combinando temas de minería, geología y conservación ambiental. El Parque, que ocupa 32 hectáreas, es un lugar donde los visitantes no solo pueden explorar la historia de la extracción de sal, sino también aprender sobre el respeto por los recursos naturales y la geología del lugar. Además, el Parque de la Sal es un destino ideal para el ecoturismo, el turismo religioso y los aficionados a la ciencia geológica.

Entre los puntos más destacados dentro del parque se encuentran la «Plaza del Eje Sacro», donde se alza una imponente cruz de 4.20 metros de altura, el Domo Salino, la Mina, el Museo de la Salmuera y diversos senderos en el área de bosques. Cada rincón de este espacio invita a los turistas a reflexionar sobre la interacción entre la humanidad y la naturaleza.

A tan solo 29 kilómetros de Bogotá, Zipaquirá se ha convertido en un destino imprescindible para quienes buscan explorar la riqueza cultural y natural de Colombia. La Catedral de la Sal, como emblema de la historia minera y religiosa de la región, sigue cautivando a millones de visitantes cada año, consolidándose como un ícono de la modernidad y el patrimonio de la nación.


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