UN RECORRIDO POR LA 21

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La Plaza de Mercado de la Veintiuna, construida en 1959, es uno de los edificios declarados como áreas de interés arquitectónico e histórico y, por lo tanto, bienes de interés cultural. Esta plaza no solo es un testimonio de la rica historia de la ciudad, sino también un espacio que sigue siendo fundamental para la economía y la vida social de la comunidad. Ubicada en un lugar estratégico, la plaza ha sido durante décadas un punto de encuentro para campesinos y comerciantes que vienen de diferentes partes del país a intercambiar productos y servicios. Este espacio ha sido testigo de la evolución de las costumbres y relaciones sociales, y ha jugado un papel crucial en el desarrollo económico de la región.

En sus inicios, la plaza era un hervidero de actividad, con vendedores callejeros y camiones de productos frescos que llegaban a diario. Sin embargo, con el tiempo, la construcción de supermercados y centros comerciales ha cambiado la dinámica del lugar. A pesar de los desafíos, como la inseguridad y los conflictos entre vendedores, la plaza sigue siendo un espacio vital para miles de personas que dependen de ella para sobrevivir.

Relevancia

En un diálogo exclusivo con Mirian Olaya, una vendedora con años de experiencia en la Plaza de la 21 de Ibagué, nos adentramos en la realidad cotidiana de este importante centro de acopio. Mirian nos compartió su perspectiva sobre el arduo trabajo diario de los vendedores que se levantan temprano para ofrecer sus productos a precios económicos, una ventaja competitiva que atrae a muchos clientes. Sin embargo, a pesar de la presencia de las autoridades, Mirian denunció que los hurtos y la inseguridad siguen siendo un problema constante en la plaza. Hizo un llamado a las autoridades para que presten más atención a este importante centro de acopio y trabajen en mejorar las condiciones de seguridad y comercio día tras día.

La Plaza de la 21 es un lugar de trabajo y lucha diaria para muchos, y es fundamental que se tomen medidas para proteger y apoyar a los vendedores y clientes que dependen de este espacio vital para la economía local.

Los martes, jueves y sábado se evidencia la llegada de más del 70% de los productos de plaza.

En el corazón de la Plaza de la 21, Alcibiades Rojas, un artesano dedicado a la venta de artesanías, comparte su experiencia sobre la importancia de las fechas culturales para sus ventas. Sin embargo, a pesar del esfuerzo y dedicación, Rojas denuncia la falta de apoyo por parte de la administración, sumado a los costosos impuestos que deben pagar los comerciantes. Rojas hace un llamado a la comunidad de Ibagué para que continúe apoyando el comercio local, destacando la importancia de preservar la tradición y la cultura a través de la compra de productos artesanales. Sin embargo, también pide más presencia de las autoridades en la plaza para garantizar la seguridad y el orden en momentos complejos.

La Plaza de la 21 es un símbolo de la riqueza cultural y comercial de Ibagué, pero también enfrenta desafíos constantes. La falta de apoyo y la inseguridad son solo algunos de los obstáculos que los comerciantes deben superar diariamente.

Es fundamental que las autoridades escuchen el llamado de Rojas y otros comerciantes, y trabajen en conjunto para encontrar soluciones que beneficien a todos. La Plaza de la 21 merece ser un lugar de orgullo y prosperidad para la comunidad de Ibagué.


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