En medio de una de las zonas más conflictivas del suroccidente colombiano, el Ejército Nacional entregó el puente La Esperanza a las comunidades del Cañón del Micay, en el departamento del Cauca. Esta estructura, construida en medio de intensos ataques armados, se convierte en un símbolo de resistencia, unión y esperanza para más de 25.000 habitantes de los municipios de Argelia y El Tambo.
Más de 1.200 soldados de la Tercera División participaron en esta compleja operación de ingeniería, enfrentándose a un escenario hostil, con más de doce ataques diarios mediante drones cargados de explosivos y minas antipersonales. El proceso estuvo marcado por un trágico episodio: cinco militares perdieron la vida en una emboscada cuando transportaban los componentes del puente desde el municipio de Balboa hacia Argelia.
La necesidad de esta obra surgió luego de que las disidencias de las FARC derribaran el puente anterior que conectaba a El Plateado con la vereda La Hacienda, el pasado 3 de marzo de 2025. Desde entonces, el Ejército asumió el reto de reconstruir la conexión vial en una región históricamente olvidada por el Estado y afectada por la violencia.
El puente La Esperanza no solo facilitará la movilidad y el acceso a servicios básicos como salud y educación, sino que también representa una nueva etapa en la lucha por el desarrollo social y económico de las comunidades del Micay.
“No había balas, artefactos explosivos ni amenazas que nos detuvieran. Este puente representa la esperanza para una región olvidada”, afirmó el teniente coronel Dagoberto Cárdenas Naranjo, comandante del Batallón de Despliegue Rápido N.º 10, destacando el valor y compromiso de las tropas.
Esta obra rinde homenaje a los dos suboficiales y tres soldados profesionales que dieron su vida en cumplimiento de esta misión, y se levanta como un testimonio del compromiso institucional con los territorios que más necesitan presencia y respaldo del Estado.
