En la carrera 3 # 6-47 del centro de Pitalito

Pitalito, conocido como uno de los principales productores de café en Colombia, está dando un giro significativo en la forma en que se presenta su café al mundo. Gracias al liderazgo de la Secretaría de Desarrollo Económico y Competitividad, bajo la dirección de Darío Fernando Cuellar Ortega, 30 vendedores ambulantes del municipio dejarán de vender el tradicional «tinto» para ofrecer café de especialidad. Esta transformación no solo mejora la calidad del café que se ofrece, sino que también posiciona a Pitalito como un referente global del café de alta calidad.
Un paso hacia la excelencia cafetera
El proyecto, liderado por Darío Cuellar, tiene como objetivo principal elevar la calidad del café que se ofrece en las calles de Pitalito. Los 30 vendedores informales seleccionados están participando en una formación teórico-práctica, desarrollada en la finca Don Joaquín, una de las fincas más representativas de la región. El enfoque de la capacitación es integral, abarcando desde el cultivo y la cosecha del café hasta su preparación y presentación al público.
“La formación que estamos ofreciendo a los vendedores es parte de una estrategia más grande para posicionar a Pitalito como la capital mundial del café de especialidad”, comentó Cuellar Ortega, destacando que este proyecto no solo busca mejorar la calidad del café, sino también fortalecer el orgullo local por la cultura cafetera. Según él, la transformación de estos vendedores en embajadores del café especial contribuirá a visibilizar la región a nivel nacional e internacional como un destino cafetero de primer nivel.
Transformando vidas a través del café
Para los vendedores informales, esta capacitación representa una oportunidad única. Muchos de ellos han trabajado en el negocio del café durante años, pero ahora tienen la oportunidad de adquirir un conocimiento más profundo sobre el café especial, un sector que está ganando popularidad a nivel global. La posibilidad de mejorar sus ingresos y calidad de vida, además de contribuir al desarrollo del municipio, es un incentivo clave para estos trabajadores.
Mayerli Fonseca, una de las vendedoras que ha participado en la formación, expresó su entusiasmo por el programa: “Llevo cuatro años trabajando en este comercio, y he podido brindarle educación universitaria a mi hija. Para mí, poder formarnos en este tipo de café es una oportunidad muy importante, porque quiero aprender más sobre el café de nuestra ciudad y ofrecer algo mejor a los clientes”. Esta declaración refleja el impacto que esta iniciativa tiene en la vida de los vendedores.



