Un pastel para la historia: Alejandro Eder y la Gestora Social le cantaron el cumpleaños a La Matraca en sus 61 años

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Con torta en mano y cantando el cumpleaños, el alcalde de Cali, Alejandro Eder, y la gestora social, Taliana Vargas, llegaron hasta La Matraca para celebrar los 61 años de este lugar, un espacio que durante más de seis décadas ha preservado la esencia de la música de antaño en el barrio Obrero.

El gesto fue un reconocimiento a este salón de baile como uno de los epicentros culturales más queridos y representativos de Cali, donde el tango, la milonga, el bolero, la salsa y los sones cubanos se entrelazan para contar la historia de una ciudad que baila y recuerda.

Un homenaje que se da en medio de la recuperación del barrio Obrero con la que, además de transformar sus calles, se busca preservar los espacios que mantienen viva la memoria y el patrimonio inmaterial de la ciudad, gracias a la estrategia ‘Invertir para Crecer’.

“La Matraca es un sitio clásico de 61 años. Y así como este lugar en el Obrero, hay muchas otras salsotecas que tienen una historia riquísima. Por eso es importante este proyecto del barrio Obrero, porque estamos salvaguardando la cultura caleña, este es un manantial de la cultura salsera caleña y es un patrimonio de toda la ciudadanía”, expresó el alcalde, Alejandro Eder.

La Matraca: un legado que sigue sonando

La historia de La Matraca comenzó hace más de seis décadas, cuando Clímaco Parra y su madre Aura Tulia Parra transformaron una pequeña tienda del barrio Obrero en un espacio para compartir música. El nombre nació del particular sonido que emitía el tocadiscos de Clímaco, al que los clientes llamaban “la matraca”.

Con el tiempo, el lugar se consolidó como un centro cultural dedicado a la música clásica y popular de distintas épocas, conservando su estilo tradicional y su conexión con la identidad caleña. Tras el fallecimiento de sus fundadores, Jaime Parra Restrepo y su esposa, Leyda Santa, tomaron las riendas del negocio, manteniendo viva la herencia familiar.

“Ya llevamos 61 años acá y queremos seguir, esto es un centro cultural y lo hemos conservado tantos años, tanto con la música argentina como con la salsa. Ahora estamos en la ruta de la salsa y con lo que nos está haciendo el alcalde acá, esto va a quedar muy lindo”, comentó Jaime Parra, propietario de La Matraca.

Don Jaime, quiere seguir creciendo con su negocio, por eso, ahora tiene en mente innovar con un café en el lugar “para que los turistas puedan venir, tomarse su café y conocer este espacio que es para el barrio, para Cali y para todo el mundo”, dijo.

Por su parte, Leyda Santa destacó la proyección internacional de este espacio caleño. “Cuando se habla del barrio Obrero, se habla de La Matraca. Además, gracias a este espacio, Cali también ha trascendido en la ciudad de Buenos Aires, donde hacemos parte de la Academia Nacional del Tango. Seguimos sonando, y esperamos que sean muchos años más”, sostuvo Leyda.

La celebración de los 61 años de La Matraca simboliza el valor de la cultura que se hereda y se cuida. En cada melodía y en cada historia que resuena entre sus paredes, Cali reconoce su pasado y proyecta su futuro: una ciudad que se recupera sin perder su esencia y que encuentra en lugares como este la fuerza para seguir bailando con pasión.


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