El Museo Hecht en Haifa informó que una vasija de la Edad de Bronce, datada entre 2200 y 1500 a.C., fue rota por un niño de entre cuatro y cinco años. El artefacto, considerado raro por estar intacto, estaba en exhibición sin vidrio de protección, ya que la institución busca mostrar los hallazgos arqueológicos «sin obstrucciones«. Los administradores calificaron el incidente como un accidente y han invitado al niño y su familia a regresar para una visita organizada.
Según testigos, el niño, emocionado por la exhibición, perdió el equilibrio y, al intentar sostenerse, accidentalmente golpeó la vasija, que se hizo añicos en el suelo. Los empleados del museo reaccionaron rápidamente para asegurar el área y evaluar los daños. Aunque la vasija estaba asegurada y se encontraba bajo un cristal de protección, la fuerza del impacto fue suficiente para causar su destrucción.
Las autoridades del museo han expresado su decepción por el incidente, pero también han señalado que estas situaciones pueden servir como recordatorios de la importancia de la educación sobre el patrimonio cultural. Además, han indicado que evaluarán cómo mejorar las medidas de seguridad y la interacción del público con las exhibiciones para prevenir futuros accidentes.




