Un estudio internacional ha revelado un hallazgo sorprendente: más de 20 especies distintas de aves, distribuidas por al menos cuatro continentes, emiten una misma señal vocal de alarma cuando detectan una amenaza en sus nidos.
La investigación, publicada en la revista Nature Ecology & Evolution, apunta a que estas aves emiten un llamado agudo y quejumbroso ante la presencia de parásitos de cría —como los cucos— que depositan sus huevos en nidos ajenos.
Lo más sorprendente es que esta vocalización parece cooperar entre especies distintas: aves que nunca han estado en contacto aprenden e interpretan el mismo llamado de alarma, lo que sugiere una convergencia evolutiva de sus sistemas de comunicación.
Según los autores del estudio, esta señal comparte características tanto instintivas como aprendidas. Nacen con la capacidad de reconocerla, pero deben aprender cuándo emitirla y en qué contexto. Esto abre pistas sobre cómo pudo haber evolucionado el lenguaje humano: a partir de sonidos innatos a los que luego se les atribuye significado por aprendizaje.
El descubrimiento también plantea implicancias ecológicas: en zonas donde el parasitismo de cría es frecuente, esta vocalización se convierte en una herramienta clave para la defensa cooperativa de los nidos. Al escuchar la señal, las aves a menudo acuden en auxilio, lo que mejora las tasas de supervivencia de las crías legítimas del hospedador.




