Un mensaje para volver al médico: Con el Covid-19 en descenso y la mortalidad en mínimos, otras enfermedades vuelven a la agenda pública

Aunque las investigaciones y los datos aún no son concluyentes, se estima que en Colombia se vio una disminución de hasta el 60% del número de pacientes no covid que asistieron a los centros de salud.
Jaime Enrique Lugo González, aprehendido.
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El debate de salud pública del último año y medio se enfocó en la comprensión y definición de soluciones para enfrentar la pandemia más mortal del último siglo.  Y es que, tras menos de dos años de convivencia con el COVID-19, las cifras hablan de su impacto: en el mundo, 220 millones de personas se han contagiado y otras 4,5 millones han muerto por el virus, de las cuales 126 mil han sido en Colombia (1).

 Pero las cuarentenas estrictas y las medidas de protección y mitigación del virus han generado un efecto preocupante: miles de personas en Colombia y el mundo desistieron de ir al médico para atender sus patologías de base por miedo al contagio. Los pacientes dudaron a la hora de salir de casa para diagnosticar enfermedades distintas al Covid-19, y el posible subdiagnóstico y subtratamiento puede convertirse en una amenaza para la salud pública y la sostenibilidad financiera, y provocar un efecto bumerán no esperado.

 

 Con el exitoso descenso de las curvas de contagio (poco más de 1000 contagios diarios en todo el país) y las bajas cifras de mortalidad (8), es hora de volver al médico, no retrasar cualquier procedimiento para evitar consecuencias negativas a la salud, y empoderar al paciente de nuevo de su ruta de cuidado para mantener su bienestar.

  Aunque las investigaciones y los datos aún no son concluyentes, se estima que en Colombia se vio una disminución de hasta el 60% del número de pacientes no covid que asistieron a los centros de salud (2).

 

 En países como Estados Unidos, el 41% de los adultos retrasaron o evitaron la atención médica, incluida la atención de urgencia o emergencia (12%) y la atención de rutina (32%) (3).

  Según datos de Funcolombiana, en el país el 38% de pacientes aplazó o suspendió su quimioterapia durante la pandemia (2).

 También en Estados Unidos el número de pruebas de detección de cáncer de mama, colon, próstata y pulmón disminuyeron en 85%, 75%, 74% y 56%, respectivamente (4).

 

 Además, mientras en América Latina la obesidad infantil y juvenil llegó a cifras históricas del 30% entre los 5 y 19 años (5), algunos pacientes han preferido ver cómo se elevan sus niveles de azúcar por miedo a asistir a los centros de salud.

También miles de pacientes con enfermedades cardiovasculares, la principal causa de muerte en el mundo antes del Covid-19 (6), han suspendido sus citas de control terminando en muchos casos en desenlaces desafortunados. 

Estos cambios pueden haber creado altos números de “exceso de mortalidad” (muertes que no sucederían en circunstancias “normales” y están por encima del promedio de años anteriores) por causas distintas al COVID-19. Hasta la semana pasada, en Colombia hubo 126 mil muertes por el virus, pero se estima que el exceso de mortalidad ha sido de hasta 170.000 decesos. Es decir, causas distintas del COVID-19 han generado 44.000 muertes más que en “condiciones normales” (7).


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