Un lustrador por excelencia

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Él es Henry Acosta, un hombre que se levanta todos los días a las 5:00 am con la mentalidad de tener un buen día y al caer la noche, completar lo del día a día para su familia, el ejemplo de lustrador que lo podrán encontrar en el centro de la ciudad de Ibagué. Su espíritu luchador es el motor que impulsa el crecimiento del Tolima, convirtiéndolo en un referente de superación y fortaleza.

Henry tiene sangre caleña, pero vive en la musical desde hace 10 años, él, es quien está a cargo de su esposa y sus hijos y les lleva lo necesario lustrando zapatos a abogados, ingenieros, periodistas y otros ciudadanos. Diariamente, atiende en promedio entre 10 o 12 personas, ganando de $30,000 a $35,000. “Estuve trabajando construcción en Cali, pero al llegar a Ibagué no pude hacerlo, porque no tengo los papeles adecuados, y aquí se necesita el curso de altura y no lo tengo. Pero, me siento feliz con este trabajo porque me da para comer, para pagar arriendo y para pagar servicios. A veces se pone pesado, pero estoy agradecido con mi trabajo”, expresó.

Para Henry, la atención a sus clientes es fundamental, ya que no solo se trata de ofrecer un servicio de calidad, sino también de generar confianza y fidelidad. Una atención amable y personalizada permite que cada cliente se sienta valorado, lo que aumenta las probabilidades de que regresen y recomienden su trabajo a otras personas. La cortesía, la puntualidad y el esmero en cada detalle hacen la diferencia en un oficio donde la satisfacción del cliente es clave.


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