Fabián Martínez Carabalí, un joven de apenas 24 años, perdió la vida en hechos confusos ocurridos el 5 de agosto en el barrio Potrero Grande, al oriente de Cali. El muchacho, que vivía en Florida, Valle, había viajado a la capital para compartir con sus familiares.
Ese día, según versiones entregadas por sus tías y primas, Fabián estuvo tomando con ellos en una vivienda ubicada en la carrera 28 con calle 124C-21. Nadie se imaginó que la noche terminaría en tragedia. El joven, quien se hacía llamar “Michael” entre sus amigos, era el mayor de ocho hermanos. Vivía en la vereda Pubenza y trabajaba vendiendo frutas en la galería, donde también ayudaba a su mamá para sostener a su familia.
De carácter alegre y servicial, Maicol era muy querido en su comunidad. Tenía muchos amigos, a quienes les gustaba reunirse a compartir, charlar y tomarse unos tragos. Por eso, cuando se conoció la noticia de su muerte, el dolor invadió a Florida.
Dolor
Aunque las circunstancias exactas del asesinato aún no han sido esclarecidas, allegados aseguran que hubo una discusión durante la noche que terminó en un ataque brutal contra el joven. Hasta el momento, las autoridades no han capturado a ningún responsable.
“Queremos justicia, no era un pelado malo, ni se metía con nadie. Solo vino a Cali a pasar un rato con la familia y nos lo mataron”, expresó entre lágrimas uno de sus hermanos.
La comunidad del barrio Potrero Grande también lamentó el suceso. Vecinos contaron que escucharon gritos y que minutos después vieron a Fabián tendido en el suelo, con heridas graves. Aunque fue trasladado a un centro médico, llegó sin signos vitales.
Justicia
El cuerpo fue entregado a sus familiares y trasladado a Florida, donde fue velado con profundo dolor por decenas de personas que lo conocían desde niño. Su sepelio se llevó a cabo entre lágrimas, rabia y reclamos a las autoridades.
Hasta el momento, la Policía Metropolitana de Cali no ha entregado detalles sobre el avance de la investigación. La familia pide que se revise el entorno cercano y se identifiquen los responsables del crimen.
Los hechos se registran en medio de una creciente preocupación por los homicidios en Cali, especialmente en la zona de Potrero Grande, donde las autoridades han intentado reforzar la seguridad sin mayores resultados.