Harold Mazuera Valencia, de apenas 23 años y quien se desempeñaba como vigilante informal, fue asesinado a sangre fría en una calle del barrio la nueva base. El joven recibió dos impactos de bala en la cabeza y falleció en el lugar de los hechos.
Ejecutado
El ataque ocurrió en la noche del miércoles 6 de agosto, cuando la víctima se encontraba en un andén cercano a su residencia. Según testigos, dos hombres que se movilizaban a pie se le acercaron sin decir una sola palabra y le dispararon a quemarropa.
Al lugar llegaron unidades de la Policía Metropolitana de Cali y del CTI de la Fiscalía, quienes acordonaron la zona y realizaron la inspección técnica al cadáver. Posteriormente, fue trasladado a Medicina Legal para los procedimientos de rigor.
Investigación
Las autoridades iniciaron una investigación para esclarecer los hechos. Por ahora, los móviles del crimen son materia de análisis, aunque no se descarta ninguna hipótesis. Se presume que podría tratarse de un ajuste de cuentas o una represalia.
“La víctima no tenía antecedentes penales, pero estamos revisando su entorno, sus relaciones personales y laborales para establecer las causas de este ataque tan violento”, señaló un investigador del caso.
Familiares de Harold, consternados, aseguraron que el joven era una persona tranquila, trabajadora, y que no tenía enemigos conocidos. “Él solo se dedicaba a su trabajo, no entendemos por qué le hicieron esto”, expresó una tía.
Este nuevo hecho de sangre vuelve a encender las alarmas por el incremento de homicidios selectivos en Cali. En lo corrido del año, la capital del Valle del Cauca ha registrado más de 730 asesinatos, muchos de ellos en sectores vulnerables del oriente de la ciudad.
Vecinos del barrio Los Comuneros denunciaron la falta de patrullaje y presencia de las autoridades, pese a que es una zona con alta incidencia de crímenes y presencia de bandas criminales. La Fiscalía hace un llamado a la comunidad para que colabore con información que permita esclarecer este caso y detener a los asesinos de Harold Mazuera, otra víctima de la violencia sin freno que azota a Cali.
Con este homicidio, ya son varios los jóvenes asesinados en situaciones similares durante las últimas semanas en diferentes sectores de Cali, lo que refuerza la preocupación ciudadana por el accionar de sicarios que operan impunemente en la ciudad.
Mientras tanto, el cuerpo de Harold Mazuera permanece en Medicina Legal, a la espera de ser entregado a sus familiares para las honras fúnebres. Entre el dolor y la rabia, sus allegados exigen justicia y claman para que su asesinato no quede impune como tantos otros que engrosan las frías cifras de violencia en el Valle del Cauca.




