Lo que alguna vez fue un símbolo de orgullo y postal turística de Neiva, hoy es apenas un vestigio de lo que fue. La pila de agua ubicada en plena Plaza Cívica se ha transformado en un depósito de desechos, larvas de zancudos y elementos flotantes tan variados como inusuales. El deterioro del lugar ha generado indignación entre los habitantes del centro de la ciudad, quienes denuncian un abandono total por parte de las autoridades ambientales y municipales.
El “Acuario Macondiano” de Neiva
Vecinos del sector no ahorran en críticas y metáforas para describir el deplorable estado de la fuente. “Aquí ya no se lanzan monedas con deseos, sino que se tiran bolsas con resignación”, afirma doña Gertrudis, habitante del sector y testigo del progresivo deterioro. Entre los elementos que flotan se cuentan botellas plásticas, latas, ropa vieja e incluso zapatos huérfanos. El agua estancada, convertida en criadero de mosquitos, representa además un riesgo sanitario evidente.
Autoridades en silencio
Pese a los constantes llamados de atención por parte de la comunidad, la administración municipal no ha tomado cartas visibles en el asunto. El secretario de Medio Ambiente, Andrés Felipe Buitrago, ha sido cuestionado por la falta de acciones concretas frente al abandono de este y otros espacios públicos. Mientras tanto, el alcalde Germán Humberto Casagua guarda silencio, lo que incrementa la percepción de indiferencia institucional.
Un llamado urgente
La ciudadanía exige una intervención inmediata, no solo para recuperar la estética del lugar, sino para prevenir afectaciones en salud pública. “Más que una fuente, parece un símbolo del descuido”, resumen los vecinos.
