Durante un viaje desde París hacia Marruecos, un hombre de 62 años detuvo su coche en una gasolinera cercana a Orléans junto con su esposa y su hija de 22 años para repostar de madrugada. La mujer salió al baño sin avisar y el conductor reanudó la marcha creyendo que todo el grupo estaba en el vehículo. Su hija, que dormía en los asientos traseros, tampoco notó la ausencia.
Pasadas más de cuatro horas y tras haber recorrido más de 300 kilómetros, el hombre se dio cuenta del error cuando ya se encontraba en la región de Las Landas. Llamó a la policía para denunciar la desaparición de su esposa, ya que no recordaba en qué gasolinera se habían detenido. A través del rastreo del móvil de la mujer, los agentes la localizaron en un área de descanso de Deux-Sèvres; ella había estado esperando allí desde las cuatro de la madrugada.
Los investigadores descartaron que se tratase de un abandono deliberado y concluyeron que fue un error humano sin intención maliciosa. Tras reencontrarse con su marido, volvieron a recorrer los 300 kilómetros para continuar su trayecto hacia Marruecos.
El episodio ha generado debate en redes sociales sobre la responsabilidad al volante, la atención durante los viajes y el riesgo de los descuidos en carretera. Afortunadamente, la mujer resultó ilesa tras la espera solitaria en la noche.




