Rigoberto Vargas Prado, de 63 años, era inseparable de su mamá, doña Arabela Prado Sánchez, y por cosas de la vida fallecieron el mismo día, pero con 16 horas de diferencia. Doña Arabela tenía 85 años y murió por causas naturales a la 1 de la mañana, mientras que su hijo perdió la vida a las 4 de la tarde, del mismo día en un accidente de tránsito.
Vargas iba en una buseta, junto con otros familiares, para la vela de su mamá, pero el vehículo se salió de la carretera y cayó en un guindo en La Cuesta de Colorado de Sabanillas, en Acosta, específicamente en una curva de la carretera que comunica a Acosta con Parrita. Por razones que son investigadas el conductor perdió el control e intentó maniobrar, pero la buseta cayó a un barranco, lo que causó que Vargas falleciera en el sitio”, informó el OIJ. “Él era los ojos de mi mamá, nosotros molestábamos a mami con eso, ella nos decía que nos quería a todos por igual, pero la molestábamos diciendo que él era el consentido de ella”, contó Mayra Vargas, hermana de Rigoberto.
“Nos llamaron que una microbús se había ido a un guindo, entonces yo me fui al lugar y cuando llegué ya los habían auxiliado unos vecinos de ahí cerca. “Mi hermano Olman estaba bañado en sangre, yo me asusté muchísimo, pero esa sangre era de la esposa que se rompió la cabeza. No pude ver a Rigoberto, yo gritaba: ‘¡Rigo, Rigo, ¿dónde está Rigo?!’, me decían que ya lo iban a sacar, pero yo sabía que algo le había pasado”, recordó. La señora dijo que los vecinos de esa zona tienen semanas de estar quejándose por la condición de la calle donde ocurrió la desgracia. Varios vecinos trataron de ayudar a los ocupantes de la buseta, pero ya no había nada que hacer por don Rigoberto.



