¿Un gabinete centralista?

Portolopenses aseguran sentirse excluidos en el gobierno departamental.
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La comunidad y los profesionales de Puerto López han expresado su profundo descontento con la gestión de Rafaela Cortés, quien asumió la Gobernación hace 12 meses con el respaldo del equipo político de Juan Guillermo Zuluaga y de aliados del fallecido líder Felipe Carreño. Este periodo ha estado marcado por decisiones que, según los habitantes del municipio, han dejado de lado los intereses y necesidades de la región del Río Meta.

Ignorados

Desde su posesión, Cortés ha realizado varios cambios en su gabinete. Sin embargo, estos ajustes han favorecido en su mayoría a personas provenientes de Villavicencio y la zona del Ariari, dejando sin representación a profesionales de Puerto López, una región que también contribuyó significativamente con votos en las pasadas elecciones.

Inconformidades

En el último año, la región del Río Meta ha sido testigo de una serie de promesas que, hasta ahora, no se han traducido en acciones concretas. Los habitantes señalan que problemas críticos como la falta de vías adecuadas, la ausencia de proyectos estratégicos como la producción de casabe y la escasez de oportunidades laborales siguen sin resolverse.

“Lo único que hemos visto es propaganda a nivel nacional. Aquí seguimos esperando que cumpla, pero parece que solo existimos para las elecciones”, comentó un líder comunitario de Puerto López, quien prefirió mantenerse en el anonimato.

Las expectativas de los habitantes han chocado con una realidad que perciben como excluyente. Consultas realizadas en la Gobernación revelan que no más de diez personas originarias de Puerto López trabajan en la administración departamental. De ese pequeño grupo, la mayoría son familiares de políticos locales, lo que refuerza la sensación de favoritismo y exclusión de los profesionales sin conexiones políticas.

La falta de representación en el gabinete de Cortés ha generado cuestionamientos sobre su compromiso con las regiones más apartadas del departamento. “Nos sentimos relegados. Parece que Villavicencio y el Ariari fueran el único Meta que existe para la Gobernadora”, afirmó una profesional local.

El descontento ha escalado entre quienes votaron por Cortés, confiando en que su administración traería progreso y desarrollo para Puerto López. Sin embargo, la percepción es que las decisiones clave se toman desde Villavicencio, bajo la influencia del exgobernador Juan Guillermo Zuluaga, dejando a Puerto López en el olvido.

Por ahora, la comunidad espera que la Gobernadora rectifique el rumbo de su administración y brinde a Puerto López la atención y representación que merece. Sin embargo, la duda persiste: ¿habrá cambios reales o será otro año más de promesas vacías?


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