En el municipio de Chía, Cundinamarca, las autoridades capturaron al general en retiro Yuber Aranguren, condenado a 3 años y 4 meses de prisión por acoso sexual en concurso con injuria. El Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) llevó a cabo la detención, la cual quedó registrada en video, mostrando a una funcionaria leyéndole sus derechos mientras él escuchaba atentamente.
Fallo
La Sala de Primera Instancia de la Corte Suprema de Justicia emitió un fallo de 198 páginas en el que se le impuso la pena de prisión, una multa de 849.58 salarios mínimos y la inhabilitación para ejercer cargos públicos. Además, se le negó la posibilidad de prisión domiciliaria y la suspensión de la pena.
Los hechos ocurrieron entre el 15 de julio y el 8 de noviembre de 2018, cuando Aranguren comandaba la Brigada de Selva No. 27 en Mocoa, Putumayo. Una subteniente bajo su mando denunció que desde su llegada a la unidad fue objeto de acoso constante, tanto verbal como físico, con insinuaciones y comentarios ofensivos por parte del alto oficial
Denuncia
Según la denuncia, Aranguren le hacía comentarios despectivos sobre su relación sentimental y profería frases degradantes, como: «Usted tiene noviecito solo para administrarle el sueldo, no solo para que le haga rico». Además, la amenazaba con interferir en su vida personal: «Esa relación que usted tiene se la voy a hacer acabar». En otra ocasión, frente a otros oficiales, se refirió a ella como «un bizcocho joven» y sugirió tomarle fotos para «comunicaciones».
La situación escaló a tocamientos inapropiados, insultos y represalias laborales, incluyendo su reubicación en otra unidad tras denunciar los hechos ante la Oficina de Género del Ejército. La Corte Suprema determinó que estos abusos provocaron a la víctima daños psicológicos y emocionales significativos.
Precedente
En 2023, el coronel (r) Luis Fernando Pineda fue condenado por acoso sexual contra un subteniente del Ejército en Cali. Según la denuncia, el oficial aprovechaba su rango para hacer comentarios indebidos y tocar inapropiadamente a la víctima en reuniones y eventos oficiales. Tras meses de hostigamiento, el subteniente presentó la denuncia ante la Oficina de Género del Ejército, lo que llevó a una investigación formal.
Con la captura de Aranguren, se espera que cumpla su condena sin beneficios de prisión domiciliaria, marcando un precedente en la lucha contra el acoso en las Fuerzas Militares. La decisión judicial refuerza el compromiso de la justicia con la protección de los derechos de las mujeres dentro del Ejército.


