Santa Fe protagonizó un partido deslucido en su visita a Águilas Doradas en Rionegro, pero aun así logró sumar un punto tras un empate 0-0 en un duelo sin brillo correspondiente a la tercera jornada de la Liga. Pese al resultado, el equipo capitalino se marchó con la sensación de haber sido perjudicado, luego de que el árbitro y el VAR desestimaran un posible penalti a su favor. Además, terminó el encuentro con un jugador menos tras la expulsión de Ángelo Rodríguez.
El encuentro fue monótono y sin grandes emociones. Ambos equipos se mostraron imprecisos y sin ideas claras en el último tercio del campo. Águilas intentó generar peligro con transiciones rápidas, pero la falta de precisión le impidió concretar sus avances. La única acción destacable en la primera mitad fue un remate que exigió la intervención del arquero Marmolejo.
Por su parte, Santa Fe sufrió por su desconexión ofensiva. Sus jugadores clave en ataque –Zapata, Mosquera, Frasica y Rodallega– no lograron marcar la diferencia. Los laterales no desbordaban, el mediocampo carecía de presencia y las entregas erráticas fueron una constante en el equipo bogotano.
La segunda mitad apenas ofreció un cambio en la dinámica. Águilas mostró una leve mejoría y probó con algunos disparos que Marmolejo resolvió sin problemas. Santa Fe, por su parte, no encontró soluciones, ni siquiera con el ingreso de Ángelo Rodríguez en reemplazo de Rodallega.
El momento más polémico llegó cuando Rodríguez cayó en el área tras un aparente agarrón. La jugada generó protestas, pero el árbitro, con la confirmación del VAR, decidió no sancionar la falta. Rodríguez, frustrado, recibió una amonestación por sus reclamos y poco después vio la segunda amarilla, dejando a su equipo con diez hombres. La tensión aumentó con un altercado entre jugadores de ambos bandos, cerrando el encuentro en medio de la confusión y el descontento.
A pesar del punto sumado, Santa Fe dejó una imagen pálida y sin reacción en un partido que terminó marcado más por la polémica que por el fútbol.
