Un descubrimiento realizado por investigadores de la Universidad Nacional de Colombia podría abrir una nueva puerta en la lucha contra el Alzheimer. En una investigación publicada recientemente, el equipo de científicos reveló que las hojas de la mandarina Arrayana (Citrus reticulata), una variedad cultivada en el centro del país, contienen compuestos bioactivos que podrían jugar un papel clave en la prevención de esta devastadora enfermedad neurodegenerativa.
Hasta ahora, las hojas de la mandarina Arrayana, al igual que muchas otras partes de plantas agrícolas, eran simplemente consideradas residuos de la poda. Estos restos verdes, que cubren el suelo tras la recolección de la fruta, suelen secarse o quemarse sin ningún otro uso. Sin embargo, la investigación realizada en colaboración con el Instituto de Investigación en Ciencias de la Alimentación (CIAL) de España ha demostrado que estas hojas tienen un enorme potencial en el campo de la salud.
El equipo de la Universidad Nacional descubrió que las hojas de esta variedad de mandarina contienen hasta 48 compuestos bioactivos con propiedades neuroprotectoras. Estos compuestos podrían ayudar a prevenir el deterioro cognitivo asociado al Alzheimer, una de las enfermedades más comunes y debilitantes del siglo XXI.
El hallazgo es aún más significativo debido a que el Alzheimer afecta a millones de personas en todo el mundo y hasta la fecha no existe una cura definitiva. Si los resultados de esta investigación se confirman a través de más estudios, las hojas de la mandarina Arrayana podrían convertirse en una fuente natural para el desarrollo de tratamientos o suplementos que ayuden a combatir los efectos del Alzheimer.
Los investigadores destacan que este descubrimiento también tiene un importante valor económico para la región, pues brindaría a los agricultores una nueva oportunidad para aprovechar un recurso natural que hasta ahora era desechado, al mismo tiempo que contribuye al bienestar de la sociedad.
Además de su potencial en la prevención del Alzheimer, los compuestos encontrados en las hojas de la mandarina Arrayana también podrían tener aplicaciones en otros campos de la medicina, como el tratamiento de enfermedades neurodegenerativas o la mejora de la salud cerebral en general.
El próximo paso será realizar estudios más profundos y ensayos clínicos para comprobar los efectos de estos compuestos en la prevención y tratamiento del Alzheimer. En caso de que los resultados sean positivos, este descubrimiento podría marcar un avance crucial en la búsqueda de soluciones para una enfermedad que afecta a millones de personas en todo el mundo.
Este hallazgo resalta, una vez más, el valor de la biodiversidad y los recursos naturales de Colombia, y cómo investigaciones científicas locales pueden ofrecer soluciones innovadoras a problemas de salud globales.




