Johan Helberg, residente de Byneset, cerca de la ciudad noruega de Trondheim, vivió una escena insólita al despertar la madrugada del jueves y descubrir que un enorme buque de carga de 135 metros de eslora había encallado en su jardín.
El impacto ocurrió alrededor de las 05:00 de la mañana, cuando el barco se desvió de su ruta y terminó a pocos metros de su vivienda. Fue un vecino quien, alarmado al ver la embarcación dirigirse hacia tierra firme, tocó el timbre de Helberg para advertirle de la situación.
“Era una hora en la que normalmente no me gusta que suene el timbre”, declaró Helberg al canal TV2. “Me asomé por la ventana y quedé completamente sorprendido al ver semejante buque justo frente a mi casa. Fue como sacado de un sueño extraño”, comentó.
El navío se detuvo a tan solo cinco metros de su dormitorio. “Cinco metros más al sur y habría terminado en mi cama”, explicó a la emisora estatal noruega, añadiendo que no escuchó ruido alguno durante el incidente.
Afortunadamente, no se reportaron daños personales ni materiales graves, pero el episodio dejó atónitos a los residentes del área y abrió una investigación sobre cómo un buque de tales dimensiones pudo desviarse hasta ese punto.
