Un boyacense fue asesinado mientras trabajaba en Uber en Estados Unidos

A la 1:00 de la madrugada del pasado 28 de junio, un hombre boyacense identificado como Yuber Antonio se encontraba trabajando como conductor de Uber en Atlanta cuando fue asesinado luego de ser víctima de un presunto violento asalto, le dispararon en la cabeza. El agresor o los agresores, le arrebataron además su vehículo, su billetera y su celular.
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Una migración por esperanza, truncada por la violencia

El caso del boyacense asesinado Yuber Antonio Santiago Bohórquez es el reflejo más crudo de cómo la violencia puede alcanzar incluso a quienes solo buscaban una vida digna. Este hombre, oriundo del municipio de Sutamarchán, Boyacá, migró en 2022 junto con su esposa y dos de sus tres hijos a Montreal, Canadá, con la esperanza de darle un nuevo rumbo a su familia, lejos de las dificultades de su país natal.

Tras dos años de lucha, esfuerzo y adaptación en tierras canadienses, una nueva oportunidad laboral lo llevó a trasladarse a Atlanta, Estados Unidos, con el fin de continuar forjando el futuro que soñaba para los suyos. Pero su historia fue interrumpida por la tragedia.

Asesinado a sangre fría mientras conducía para Uber

A la 1:00 de la madrugada del 28 de junio de 2025, Yuber se encontraba trabajando como conductor de Uber en Atlanta cuando fue víctima de un ataque violento. En medio de lo que se presume fue un asalto, le dispararon en la cabeza. No hubo opción de defensa. El agresor —o agresores— le arrebataron además su vehículo, su billetera y su celular.

El caso aún se encuentra bajo investigación en territorio estadounidense, sin que hasta el momento se conozca con certeza quiénes están detrás de este acto criminal.

Una familia atrapada en el dolor y la incertidumbre

La esposa de Yuber y sus hijos quedaron solos, sin red de apoyo, en un país que no es el suyo, intentando asimilar la pérdida y enfrentar el proceso legal y logístico que implica repatriar un cuerpo desde Estados Unidos hasta Colombia.

Además del profundo duelo, hoy enfrentan una realidad económica imposible: los costos funerarios y de repatriación superan los 20.000 dólares. Un valor inalcanzable para una familia que apenas iniciaba su camino en el extranjero.

El crimen no se llevó su memoria

Yuber no murió como un delincuente, ni como un irresponsable. Murió como un trabajador, como un padre, como un colombiano que quiso hacer las cosas bien. La violencia no puede convertirse en destino para quienes sueñan en el exilio.

La esperanza que lo llevó a emigrar no puede terminar convertida en olvido. Hoy su historia merece ser contada. Porque no puede ser normal que quien busca una vida mejor termine perdiéndola por completo en una calle desconocida y por un crimen sin sentido.

Implicaciones legales: ¿Qué pasa cuando un colombiano es asesinado en el extranjero?

La muerte violenta de Yuber Antonio Santiago Bohórquez en Atlanta, Estados Unidos, no solo ha generado una profunda conmoción entre su familia y la comunidad boyacense, sino que también plantea interrogantes legales que merecen ser aclarados. ¿Qué ocurre legalmente cuando un ciudadano colombiano es asesinado fuera del país? ¿Quién investiga? ¿Quién juzga? ¿Cómo se activa el aparato judicial en estos casos?

Lo primero que debe saberse es que el sistema penal internacional se rige por el principio de territorialidad, lo cual significa que el delito se juzga según la ley del país donde se cometió. En este caso, al tratarse de un homicidio cometido en la ciudad de Atlanta, la investigación, el proceso judicial y la eventual condena dependen exclusivamente de las autoridades estadounidenses.

¿Y eso que significa?

Esto implica que el Código Penal colombiano no tiene aplicación directa sobre los responsables del crimen, a menos que ocurran condiciones excepcionales como que el victimario huya a Colombia y tenga nacionalidad colombiana. En tal caso, se podría activar el principio de personalidad activa del derecho penal, que permite juzgar a un colombiano por un delito cometido en el exterior, aunque este camino rara vez se aplica si el país donde ocurrió el hecho solicita formalmente la extradición.

En cuanto al papel de Colombia, la Cancillería, a través del consulado colombiano en Estados Unidos, puede brindar apoyo a la familia, realizar gestiones diplomáticas, hacer acompañamiento jurídico y garantizar que se respeten los derechos del fallecido y de sus seres queridos. Sin embargo, este acompañamiento no implica intervención directa en el proceso judicial norteamericano.

Entonces ¿Quién hará justicia?

Por lo tanto, el caso queda en manos del sistema judicial de Georgia, estado en el que está ubicada Atlanta, donde se definirá la culpabilidad del o los responsables conforme a las leyes locales. Mientras tanto, desde Colombia, el llamado es a que el Estado y la ciudadanía no olviden este caso y velen por que se haga justicia en memoria de un hombre que buscaba una vida digna y segura para su familia.

Desde este medio expresamos y extendemos nuestras más sinceras condolencias con la familia de la víctima.


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