Un aula viva: el mariposario del DAGMA que inspira a estudiantes y familias en la Ciudadela Educativa de la Biodiversidad

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Santiago de Cali, 01 de octubre de 2025

Justo en el instante en que se abrían las puertas de la Ciudadela Educativa de la Biodiversidad en el Polideportivo Los Almendros, una mariposa emergió de su capullo en el mariposario del DAGMA. Como si la naturaleza hubiese decidido acompañar la jornada, el frágil batir de alas de una Siproeta stelenes, conocida como Malaquita, marcó simbólicamente la apertura de este espacio que, durante la Semana de la Biodiversidad, se convierte en aula viva para estudiantes, familias y ciudadanía.

“Cuando se abre esta ciudadela, vemos nacer una mariposa de su capullo, una coincidencia debido a los tiempos que tiene este proceso. La idea es que quienes nos visiten puedan interactuar y aprender sobre su importancia en el ecosistema”, explicó Juan Diego Arias, biólogo del DAGMA.

El mariposario, que pasó a ser de propiedad de la Alcaldía de Cali este año, ha sido construido con plantas del vivero distrital y con pupas cuidadosamente seleccionadas para que su ciclo de vida coincida con esta gran semana. “De la COP16 nos quedó este hermoso mariposario, que ahora es nuestro. Recorremos instituciones, parques y polideportivos como este, educando a niños, jóvenes y familias en el marco de nuestra sombrilla más grande: el Plan Distrito Más Verde”, destacó Lina Marcela Botia, subdirectora de Ecosistemas y UMATA del DAGMA.

La experiencia no pasó desapercibida para los asistentes. Evelyn Viviana Muñoz, ciudadana que participó con su pequeño hijo en el recorrido, resaltó que “son espacios muy lindos, sirven para aprender cosas que normalmente no conocemos. Es algo muy importante y nos alegra que la Alcaldía siga regalándole a la ciudadanía estos escenarios”.

Los más emocionados fueron los estudiantes de diferentes instituciones educativas, quienes vivieron la jornada como una aventura de descubrimiento. “Ha sido una experiencia maravillosa, nos enseñaron sobre aves, sobre mariposas, y todo esto nos motiva a cuidar la naturaleza. Yo, por ejemplo, trato de reciclar y no abusar de los recursos que nos da el ambiente”, dijo el estudiante Miguel Ángel Ramírez Rojas.

La Ciudadela Educativa de la Biodiversidad abre sus puertas como un laboratorio natural en el corazón de la ciudad, un espacio donde la ciencia, la pedagogía y la magia de la naturaleza se encuentran. Y en su primer día, una mariposa lo confirmó: en Cali, la biodiversidad tiene alas.


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