Luego de dos meses de espera, Florencia, Caquetá, despidió con profundo dolor a Luis Velio, su esposa Lorena y sus hijas Estefaní, de 8 años, y Melany, de 12. La familia perdió la vida el pasado 3 de mayo en un incendio ocurrido en Marmato, Caldas, que desde el principio generó dudas por las extrañas circunstancias que lo rodearon. Las honras fúnebres se realizaron en la funeraria Jardines de Paz, donde ayer se llevaron a cabo las exequias y la sepultura.
Investigación
Los cuerpos permanecieron más de dos meses en Medicina Legal, mientras avanzaban las labores de identificación. La tragedia, que sacudió al país entero, continúa bajo investigación, ya que desde un principio no se descartó que la conflagración hubiese sido provocada. El informe preliminar de los Bomberos de Manizales reveló la presencia de elementos que sugieren un incendio intencional, como rastros de acelerantes y una rápida propagación de las llamas, reforzada por una fuerte explosión inicial reportada por los vecinos.
Sospechas
Entre las líneas de investigación, las autoridades mantienen bajo indagación a un tío de las menores, quien fue detenido el mismo día de la tragedia en Supía, Caldas, portando un arma traumática. Según versiones preliminares, el hombre habría sostenido diferencias previas con Luis Velio, padre de las niñas. Esta situación alimenta la hipótesis de que el siniestro no fue un accidente, sino un acto deliberado.
Dolor
La comunidad de Florencia se volcó a acompañar a los familiares, quienes, además de la pérdida irreparable, cargan con la incertidumbre y la indignación por la falta de avances en la investigación. Reclaman justicia y que se esclarezcan los motivos detrás del siniestro que acabó con la vida de cuatro miembros de una misma familia.
Exigencia
El Consejo Regional Indígena de Caldas se sumó al clamor de los allegados, pidiendo que las autoridades prioricen este caso y determinen quiénes fueron los responsables. Mientras tanto, el recuerdo de Luis Velio, Lorena, Estefaní y Melany permanece vivo entre quienes los conocieron, marcando a Florencia con una herida que difícilmente cicatrizará.
