«Un acto de corrupción es una afrenta a la memoria de los caídos, una transgresión a la ley por parte de aquellos llamados a garantizar su aplicación es también una afrenta a la memoria de los caídos», subrayó el Ministro.
Durante casi tres décadas, la Dirección de Inteligencia ha destacado su capacidad en la planificación, coordinación y ejecución de operaciones de contrainteligencia. Estas acciones han fortalecido las actividades de la Fuerza Pública en la lucha contra las economías ilícitas y han contribuido a salvaguardar la vida e integridad de la población civil.
«Estos logros son el resultado del compromiso constante con el desarrollo de estrategias técnicas y operativas, estableciendo directrices para identificar modelos complejos de financiación ilícita y fuentes de corrupción estatal», destacó el Ministro.
Velásquez también reconoció el alineamiento del arduo trabajo de la Dirección de Inteligencia con la política de Seguridad Humana para la Vida y para la Paz, así como el «Plan Choque 360». Un enfoque preventivo ha prevalecido, preservando la vida mediante la protección de procesos de acercamiento y diálogo con actores armados.
«En búsqueda de la mejora continua, la dirección ha llevado a cabo un diseño estructural y organizacional alineado al Plan Nacional de Inteligencia y el Plan de Transformación Institucional, una Policía + Humana», explicó el ministro Velásquez.
Además, se rindió homenaje a la Policía como un gran activo de la democracia. «Su contribución ha sido esencial en cada momento de la historia de nuestro país y por ello, expresamos y reiteramos nuestro agradecimiento», puntualizó el Ministro.
Finalmente, hizo hincapié en que ningún resultado operativo justifica la violación de derechos fundamentales y extendió la exhortación a todos los policías a mantener la integridad en medio de las operaciones diarias.




