Falleció Monseñor José Vicente Huertas Vargas, Obispo Emérito de la Diócesis de Garagoa.
Con gran compromiso y dedicación, monseñor Huertas pastoreó durante 17 años esta jurisdicción eclesiástica de Boyacá, su departamento natal. Recientemente había cumplido 23 años de ordenación episcopal.
Monseñor José Vicente Huertas Vargas nació en Ramiriquí el 12 de Abril de 1940, y hoy luego de luchar contra una penosa enfermedad falleció.
Cursó los estudios de primaria en su tierra natal, los de secundaria en el Seminario Menor y siguió los ciclos Filosófico y Teológico en el Seminario Mayor de Tunja. En la Universidad Pedagógica y Tecnológica de la misma ciudad obtuvo la Licenciatura en Matemáticas y Física en 1972. Más adelante, en 1979, en la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma, consiguió también la Licenciatura en Ciencias Sociales.
Fue ordenado sacerdote el 11 de febrero de 1967, incardinándose a la Arquidiócesis de Tunja.
En el ejercicio de su ministerio presbiteral ha desempeñado los siguientes cargos: Profesor del Seminario Menor de Tunja (1967), Vicario Ecónomo de la Parroquia San Laureano en Tunja (1974). Después de su regreso de Roma fue nombrado Profesor externo del Seminario Mayor de Tunja y contemporáneamente Párroco de Chíquiza y Patiecitos (1980). En 1988 fue encargado como Administrador Parroquial de Puente Boyacá, en 1990 Director del Centro Parroquial San Francisco (Tunja) y en 1991, hasta la fecha, Director del Centro Parroquial Asís (Tunja).
A partir de 1990 funge también como Rector del Instituto Universitario Juan de Castellanos y Coordinador Diocesano para la Educación religiosa escolar y la Catequesis.
Simultáneamente con estos oficios se ha desempeñado como Miembro del Consejo Presbiteral, Miembro del Colegio de Consultores y Miembro del Consejo de Asuntos Económicos.
El 23 de Junio de 2000 Su Santidad Juan Pablo II lo nombró Obispo de Garagoa, recibió su ordenación episcopal el 4 de Agosto de 2000.
El 15 de junio de 2017 Su Santidad Papa Francisco aceptó su renuncia al gobierno pastoral de la Diócesis de Garagoa.
Desde que se conoció de su fallecimiento, la Iglesia Católica le ha hecho varios homenajes póstumos, por lo que su cuerpo estuvo en velación en la ciudad de Bogotá.



