La tranquilidad en el norte de Bogotá se vio abruptamente alterada la tarde del 07 de agosto, cuando Juan Sebastián Aguilar, conocido en el ámbito empresarial como «Pedro Pechuga», fue asesinado cerca del centro comercial Palatino en la localidad de Usaquén. Este crimen ha generado conmoción en la comunidad y ha reavivado temores sobre una posible reactivación de conocida guerra verde.
Antecedentes
Aguilar, quien en 2023 sobrevivió a un atentado perpetrado por un francotirador en la capital, no corrió la misma suerte en esta ocasión. A diferencia del incidente anterior, donde resultó ileso, «Pedro Pechuga» no logró escapar del ataque de su agresor, quien le quitó la vida en circunstancias totalmente esclarecidas, sin embargo, las autoridades mencionan que el sujeto recibió una serie de disparos en la espalda y murió en el lugar. El asesinato ha sido calificado como un ajuste de cuentas por diversos sectores, dada la notoriedad y las conexiones empresariales de la víctima.
«Pedro Pechuga» era un prominente empresario en el ámbito de la seguridad, con empresas dedicadas a la vigilancia de diferentes compañías dedicadas a la extracción de esmeraldas. Además, tenía participación accionaria en varias empresas que formaban parte del legado del fallecido zar de las esmeraldas, Víctor Carranza, incluyendo Esmeraldas Santa Rosa. Estas conexiones han intensificado las especulaciones sobre las posibles motivaciones detrás del crimen.
Miedo
La comunidad del Occidente de Boyacá, donde se encuentra el principal centro de extracción de esmeraldas de Colombia, está particularmente preocupada por el asesinato. La región, que ya ha sido escenario de conflictos relacionados con el negocio de las esmeraldas, teme una posible reactivación de lo que se ha denominado la «guerra verde». Este conflicto, que ha implicado enfrentamientos violentos entre distintos grupos interesados en el control de las minas de esmeraldas, podría verse avivado por este nuevo acto de violencia.
En respuesta al asesinato, la Federación Nacional de Esmeraldas ha expresado su repudio al crimen, condenando cualquier forma de violencia que afecte a los actores del sector. La federación ha instado a las autoridades a intensificar las investigaciones para dar con los responsables del asesinato y garantizar la seguridad en la región minera.




