
La invasión de Ucrania a través de la frontera rusa ha generado un conflicto en torno a un centro crucial de transporte de gas. No obstante, independientemente de lo que suceda en las batallas, el gas no seguirá fluyendo durante un período prolongado.
La ofensiva de Ucrania en la región rusa de Kursk ha centrado la atención en el centro de tránsito de gas de Sudzha.
Sudzha se encuentra a escasos kilómetros de la frontera ucraniana y es un centro de procesamiento de gas ruso que se envía a Europa. Antes de ser canalizado a través de Ucrania hacia países de la UE como Hungría, Austria y Eslovaquia, el gas procedente de Siberia llega allí.
Una brigada militar ucraniana compartió un video de sus soldados en las oficinas del gigante gasístico ruso Gazpromen en la estación de Sudzha la semana pasada y afirmó que tenía pleno control sobre ella. Según Rusia, Ucrania no tiene la totalidad del control de las instalaciones.
A principios de esta semana, las imágenes por satélite publicadas por Radio Free Europe/Radio Liberty mostraban daños significativos en algunas de las instalaciones después de los combates en la zona.
No obstante, Gazprom anunció la semana pasada que continuaba suministrando gas desde Sudzha a través de Ucrania, mientras que los operadores de redes de Austria y Hungría indicaron que el suministro no había sido interrumpido.




