En julio de 2023, el icónico logotipo del pajarillo azul que identificó a Twitter durante años pasó a la historia: “Pronto diremos adiós a la marca Twitter y, poco a poco, a todos los pajaritos”, anunciaba Elon Musk. El empresario ya había decidido cambiar el nombre de la compañía a ‘X’ meses antes. Tras actualizar la imagen en la aplicación móvil y la web, Musk también modificó la fachada de la sede central en San Francisco, generando controversia por la falta de permisos adecuados.
Este viernes, el fin de Twitter se hace definitivo con la desaparición del nombre en el dominio, que ahora es ‘x.com’. Los usuarios que ingresen la antigua URL (‘twitter.com’) serán redireccionados automáticamente a la nueva.
Aunque el dominio ‘x.com’ llevaba meses activo, coexistiendo con ‘twitter.com’, ahora la X blanca sobre fondo negro se ha convertido en la marca definitiva de la plataforma, a la que muchos usuarios aún llaman Twitter. Musk comunicó en X que “todos los sistemas centrales” de la red social ya utilizan la URL ‘x.com’ y que al acceder a la red social aparece un aviso informando del cambio y dando la bienvenida a la nueva plataforma.
El conocido amor de Elon Musk por la letra X ha sido evidente en sus proyectos anteriores. La X ha simbolizado misterio y aventura durante siglos, utilizada en mapas para marcar tesoros escondidos, en literatura para representar lo desconocido y en ciencia para denotar lo enigmático. También ha tenido una connotación prohibida debido a su asociación con contenidos eróticos.
El idilio de Musk con la letra X comenzó hace años. Su primer gran negocio fue Zip2, una guía online de ciudades con mapas y páginas amarillas creada en 1995. Tras venderla, fundó X.com en 1999, un portal destinado a compras digitales, banca online, tarjetas de crédito, inversiones y préstamos en tiempo real, que eventualmente se convirtió en PayPal. A pesar de su insistencia, Musk no logró que la plataforma mantuviera el nombre X.com debido a su connotación generalista y potencial asociación con pornografía.
Sin embargo, Musk nunca abandonó la X. Fundó SpaceX en 2002 y usó la letra para uno de sus modelos de Tesla, el Model X. Incluso el logotipo de Neuralink recuerda a una X tumbada. En 2017, Musk recuperó el dominio ‘x.com’, y aunque inicialmente no tenía planes específicos para él, siempre le tuvo un gran valor sentimental.
