El gobierno turco condiciona el fin de las tensiones a la expulsión de líderes del PKK y la integración pacífica de las milicias kurdas en la nueva administración Turquía está decidida a lanzar una operación militar en Siria si las nuevas autoridades de Damasco no fuerzan la disolución de las milicias kurdas YPG, ha advertido este martes el ministro de Exteriores turco, Hakan Fidan.
Ankara considera a las YPG, que dominan grandes regiones del noreste de Siria, una mera rama del proscrito Partido de Trabajadores de Kurdistán (PKK), la guerrilla de Turquía , y ha subrayado que no deben participar en el proceso de transición.
“La nueva Administración de Siria debe dar pasos para ocuparse de este asunto. Las conversaciones siguen; tomará un tiempo, es un proceso”, dijo el ministro en una entrevista exclusiva con la cadena turca CNNTürk.
Pero si las YPG rechazan disolverse, “es evidente que están jugando para ganar tiempo”, agregó el ministro.
“Hemos dado un ultimátum a las YPG: si quieren evitar una operación militar, estas son las condiciones: los combatientes llegados de otros países y los dirigentes del PKK deben abandonar el país. Ellos saben quiénes son, tenemos los nombres”, aseguró Fidan.
“Una vez que hayan dejado las armas, deben integrarse en el nuevo sistema; debe ser un proceso sin derramamiento de sangre. Los kurdos que no sean del PKK deben participar en la vida normal sin temer por su vida ni sus bienes, y la nueva Administración nos ha dado garantías al respecto”, explicó el ministro.




