Pedro Jesús Vega y Carlos Eduardo Numpaque, vivían en la ciudad de Tunja y fueron contactados meses atrás por un grupo de personas (quienes resultaron ser militares), y bajo la promesa de un muy buen empleo fueron llevados hasta límites del departamento de Casanare.
Horas más tarde aproximadamente a las 4:30 de la mañana, fueron ejecutados para ser presentados como guerrilleros pertenecientes al Frente 38 de las FARC-EP dados de baja en combate, posteriormente fueron sepultados como NN en un cementerio Central.
Traslado
Únicamente por el trabajo de investigación realizado por sus familiares, en especial la constancia y amor de parte del señor Hernando Numpaque (q.e.p.d), los cuerpos fueron encontrados el día 30 de julio de 2007, trasladados por sus respectivas familias a la ciudad de Tunja y enterrados conforme a sus creencias religiosas.
Por su parte, el Grupo de Víctimas de Crímenes de Estado Vida, Memoria y Dignidad de Boyacá, instaló el lugar de memoria de la Masacre. El lugar fue entregado a las familias de Pedro Jesús Vega y Carlos Eduardo Numpaque Piña, donde se desarrolló una celebración eucarística, e instalaron dos veletas en memoria de las víctimas y una placa conmemorativa.
El Estado fue condenado administrativamente por estos hechos por el Tribunal Administrativo de Boyacá mientras que sus familiares, 15 años después aún siguen esperando que se condene penalmente a los nueve militares que cometieron estos asesinatos.




