Una práctica de detonación controlada dentro de una base militar en Tunja terminó en un incidente que dejó tres civiles heridos y daños materiales en las instalaciones. Según las primeras informaciones, la maniobra hacía parte de un entrenamiento rutinario de las fuerzas armadas, pero una falla en los protocolos de seguridad habría provocado que la onda expansiva alcanzara zonas aledañas a la base. Las autoridades locales y unidades de socorro atendieron de inmediato la emergencia, trasladando a los lesionados a centros médicos de la ciudad, donde se reportan fuera de peligro.
El hecho generó preocupación entre la comunidad tunjana, que exige claridad sobre las condiciones de seguridad de este tipo de ejercicios en zonas urbanas. El Ejército Nacional anunció la apertura de una investigación interna para determinar las causas del incidente y evitar que situaciones similares se repitan. Mientras tanto, el episodio reaviva el debate sobre los riesgos que representan las prácticas militares en entornos civiles y la necesidad de revisar los protocolos para garantizar la protección de la población.




