
El secretario de Gobierno y Seguridad de Tuluá explicó que durante las caravanas por la vida que se realizan entre jueves y domingo en la localidad, se cerró una casa en la que se prestarían servicios sexuales de manera clandestina. Martín Hincapié, explicó que el procedimiento se adelantó con autoridades de Policía y demás funcionarios de entidades garantes del debido proceso.
Durante una entrevista con algunos medios de comunicación locales, el funcionario explicó que el resultado se obtuvo después de una serie de informaciones que daban cuenta de que en una casa del sector conocido como ‘La 40’ después del horario de cierre establecido se observaban movimientos extraños. Allí, un bar serviría de fachada para las conductas consideradas administrativamente ilícitas.

Precisamente, estos datos fueron verificados y posteriormente, uniformados de la Policía desplegaron la acción en la que las autoridades encontraron baterías sanitarias en mal estado y duchas sin agua, a eso se suma que en lugar se percibían olores nauseabundos. Igualmente, encontraron a menores de edad que estarían siendo esclavizadas en servicios sexuales.
Uno de los aspectos que llamó la atención de los funcionarios es que, en las habitaciones, las cuales habitualmente serían para parejas se encontraron hasta siete personas compartiendo el diminuto espacio, lo que podría determinarse como un espacio de lenocinio sin los controles y permisos requeridos.




