

Las aguas comienzan a retroceder en Severo-Kurilsk, en la península de Kamchatka, luego del tsunami que azotó esta ciudad del Lejano Oriente ruso, dejando al descubierto graves daños a la infraestructura portuaria y pesquera.
El fenómeno, que se produjo tras una actividad sísmica en la región del Pacífico, provocó un fuerte impacto en las instalaciones costeras. Muelles destruidos, embarcaciones arrastradas y estructuras colapsadas son parte del panorama que ahora enfrentan los habitantes de esta zona pesquera estratégica.
Severo-Kurilsk, una ciudad que depende en gran medida de la pesca, enfrenta un duro golpe económico y logístico, mientras equipos de emergencia evalúan el alcance total de las pérdidas y se activan los protocolos de recuperación.
Autoridades locales y federales ya se han desplazado a la zona para coordinar la atención a los damnificados y dar inicio a las tareas de reconstrucción.




