Jaque a Donald Trump. El expresidente de Estados Unidos no ha tenido una buena semana y es que luego que su casa en La Florida fuera allanada por el FBI, ahora fue citado a declarar ente un fiscal en Nueva York por sospecha de fraude.
El magnate se acogió a la Quinta Enmienda para no tener que responder a las preguntas de la fiscal general de Nueva York, Letitia James, que dirige una investigación civil sobre los negocios inmobiliarios de la Organización Trump.
Según France 24, «el magnate asegura que la investigación, igual que sus otros líos judiciales, son parte de una persecución política».
«Cuando toda tu familia, tu compañía y todas las personas de tu entorno se han convertido en objetivos de una caza de brujas políticamente motivada y sin fundamentos apoyada por abogados, fiscales y los medios de noticias falsas, no te queda opción», dijo el magnate.
Así justificaba su decisión Donald Trump en un largo comunicado dedicado principalmente a desprestigiar a James, a quien llama una «política fallida» que basa su carrera en «los maliciosos ataques» contra el expresidente y su compañía.
La investigación de James, que empezó hace tres años, gira alrededor de los negocios inmobiliarios del empresario y político.
La Fiscalía defiende que la Organización Trump infló los valores de algunas de sus propiedades, como edificios y campos de golf, para obtener mejores préstamos y reducciones favorables de impuestos.
Dos de los hijos de Trump, Donald Jr. e Ivanka, que sirvió como consejera superior de la Casa Blanca durante el mandato de su progenitor, también son investigados en la misma causa.
El expresidente intentó evitar el proceso judicial con una denuncia contra la fiscal James que no prosperó.




