El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció hoy la suspensión inmediata de los bombardeos aéreos contra los rebeldes hutíes en Yemen, tras un acuerdo de alto al fuego mediado por Omán. Según el pacto, los hutíes se comprometieron a cesar sus ataques contra embarcaciones en el Mar Rojo y el estrecho de Bab el-Mandeb, rutas marítimas clave para el comercio internacional. Trump calificó el acuerdo como «muy positivo» y afirmó que los hutíes «no quieren seguir luchando».
Sin embargo, el acuerdo excluye explícitamente los ataques hutíes contra Israel. Pocos días antes del anuncio, un misil hutí impactó cerca de Tel Aviv, lo que provocó una respuesta aérea israelí sobre la capital yemení, Saná. A pesar del alto al fuego en el Mar Rojo, los hutíes han reiterado su apoyo a Gaza y han prometido continuar sus ataques contra objetivos israelíes.
Este cambio de política de la administración Trump se produce tras más de 1.000 bombardeos estadounidenses desde marzo bajo la operación «Rough Rider». El acuerdo ha sido bien recibido por aliados como Catar y Kuwait, que esperan que contribuya a la seguridad de la navegación marítima en la región. No obstante, persisten interrogantes sobre la implementación del alto al fuego y la respuesta de otros actores internacionales involucrados en el conflicto.
