El Tribunal de Apelaciones del Circuito Federal de Estados Unidos otorgó una victoria crucial al presidente Donald Trump al emitir una orden que permite la continuidad de los aranceles globales, después de que una corte inferior había bloqueado temporalmente estas medidas comerciales que constituyen el corazón de su política económica.
La decisión del panel de 11 jueces representa un respiro fundamental para la administración trumpista, que había visto amenazadas sus políticas proteccionistas tras el fallo de la Corte de Comercio Internacional que paralizó los gravámenes impuestos a productos extranjeros en múltiples sectores.
Esta «suspensión administrativa» permite que los aranceles continúen aplicándose mientras se desarrolla el proceso de apelación, manteniendo viva la estrategia comercial agresiva que Trump considera esencial para proteger la industria estadounidense y presionar a socios comerciales.
El Departamento de Justicia había solicitado urgentemente esta medida para evitar el colapso de una política arancelaria que genera miles de millones de dólares en ingresos federales y constituye una herramienta de negociación internacional fundamental para la Casa Blanca.
Aunque la administración tiene solo 10 días para presentar argumentos sólidos antes de la apelación formal, esta decisión judicial demuestra que los tribunales federales no están dispuestos a desmantelar completamente las políticas comerciales presidenciales sin un análisis exhaustivo que podría tomar meses en resolverse.
